·˚. estancia de amapolas; yoonmin.˚·

préface

El nocturno cielo, era sacudido por sonoros y entristecidos truenos, que, acompañaban a los pacientes del Hospital Le Temps en su más inesperada y dolorosa pena.

El más súbito y desolador silencio, se propagó en el atípico grupo de personas que se encontraba en la azotea. Gotas, recorrían sus fríos y malheridos cuerpos.

Habían respiraciones frenéticas, llantos silenciosos, y gritos desgarradores.

De un momento a otro, uno de ellos escapó de aquel sitio. Deseando huir de la realidad con la que se tendría que enfrentar desde aquel instante.

Corrió hacia el único sitio donde se sentía seguro, una habitación en el quinto piso, número 27. Lágrimas recorrían sus delicadas mejillas, su corazón bombeaba frenéticamente, tardaría mucho para sanar.

Abrió de golpe la habitación, no había nadie. Con pasos cansados, se sentó en aquella incómoda cama hospitalaria, sus vidriosos ojos apreciaban el gran ventanal que daba hacia el bosque. Aún con la estrepitosa lluvia, se veían miles de destellos.

Sus manos, temblorosas, sostenían flores marchitas de amapolas que no soltaba desde tardías horas. Más, y más lágrimas inundaban su hermoso rostro. Sus ojos, de pronto, viajaron por todo el lugar, recordando los únicos momentos donde había sido feliz, a su lado. 

—Debería dejarte ir. —susurraba roncamente, resonando en todo el sitio— ya que no hay más estrellas que encontrar, mi pequeña luciérnaga.

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Aquella lastimosa noche, cubría gentilmente con su manto estelar a las almas que estaban en pena, porque había partido su más preciado ser.

Cada uno de ellos, regresaban donde más se sentían queridos y seguros, deseando esconderse del cruel destino que les había deparado esa misma noche.

Todos compartían una pérdida y un único pensamiento; al día siguiente, su habitación tendría otro paciente.

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retomé de nuevo, esta preciosa historia que ya tenía bastante tiempo de haber sido creada. 

al escribirla, escuché las piezas más hermosas de piano, pero que, desgraciadamente para el público que las lee, no pueden ser compartidas. quizá, me delaten en un futuro.