Amanecer

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Los ojos miel se encontraron con un rayo travieso del sol, le pareció por un instante que aquel rayo fe verdad jugaba entre sus cabellos y el cuarto, entonces despertó, olvido el rayo y parpadeo un par de veces, se quedó así, en completa quietud y calma, respiro solo entonces, puso su mano sobre su frente cerrando sus ojos con dolor, ignoró el sol y dejo de pensar por unos instantes.
No se quería levantar, por que sabía que tras la puerta existía una realidad que no quería afrontar, no estaba listo para afrontar y probablemente jamás lo estaría:
"Se fue"
Solo ese pensamiento se cruzó por su mente, de repente sintió que unas lágrimas exigían salir de solo considerar aquello, estaba listo para enredarse en la cama y esperar que el momento llegara, aquel momento en que tendría que salir de la cama y ver como su vida se fue, arrepentimiento ¿valía algo ahora? ¿Ahora que se había marchado?, su corazón le dolío, tanto como el paso de las horas en que se fue.

Unos ruidos entonces lo sacaron del trance, de sus pensamientos que amenazaban con hacerle llorar.
Eran unos trastes desde la cocina, sus pensamientos se detuvieron, arrojó la sabana lejos de su cuerpo y acelerado por la respuesta corrió a la puerta, descalzo y con el corazón latiendo fuertemente, la cabeza hecha un lío y todo el ahora en una mano, una mano que se detuvo en el picaporte por unos segundos que le parecieron eternos, abrió la puerta rápidamente después de aquel momento, la abrió casi empujandola lejos, y entonces lo vio; Morinaga se encontraba frente a él, con un plato dirigido a la mesa, mirándole fijamente, tenía su pijama, estaba ahí.
El momento fue lo suficientemente extraño como hermoso, de repente pareció que Morinaga quería arrojarse a sus brazos pero igual se freno, parecía querer decir algo pero quería que Souichi hablará primero y así lo hizo, provocando una sonrisa de parte del menor

-¿Morinaga? ¿Por qué?

-Por que estoy enamorado de Senpai

Morinaga se acerco ante la mirada de Souichi que no parecía querer perderse detalle, tomo una mano de él y lo guió hasta la mesa para indicarle que tomará asiento,  solo para terminar con otra mirada, amor y reto. Tomaron asiento y Morinaga comenzó a comer tranquilamente, Souichi se quedó mirándolo

-¿No te has marchado?

-Por supuesto que no Senpai

-¿Por qué?

-Ya se lo dije

-Hah, ¿para que?

-Senpai, creo que debemos desayunar

-No tengo hambre Morinaga

Cruzó los brazos y fruncio el ceño falsamente

-¿Senpai?

-Quiero saber

Morinaga alejo el plato y limpio lentamente sus labios, le miro

-Bien

-¿Y bien?

-Senpai, han ocurrido muchas cosas, y ayer me dijo algunas cosas que no había tomado en cuenta respecto a toda esta situación, pero tengo que ser claro con esto, no me quedaré por nada, no será así, quiero algo a cambio

-¿Ah? ¿Qué quieres?

-Le diré algo, estoy enamorado desde hace tiempo, como un tonto caí en esto fui un idiota

-Eso no es verdad Morinaga

-Senpai, ya no quiero que luche solo con esto, ahora se que ha sufrido por todo esto, y que no la pasa bien, que hay cosas que ignoró,  que parece que nunca estoy satisfecho, yo no quiero dejarlo solo en ello, pero...
Yo tampoco quiero luchar solo, ya no, ya no lo haré Senpai,  eso quiero

-No entiendo, ¿quieres dejar de luchar? Entonces, ¿Por qué?

-Quiero que luchemos juntos, solo quiero eso, me canse de sentir que soy la víctima y me canse de llorar, me canse de hacerlo llorar, me canse de nuestros miedos e inseguridades que no nos permiten amarnos, estoy cansado Senpai, así que por favor...

Morinaga se levanto ante la mirada de Souichi, que de manera instintiva hizo lo mismo buscando su mirada una y otra vez, hasta que de un momento a otro la encontró, Morinaga tomo sus manos entre las suyas y le miro tan decidido

-Luchemos juntos Senpai, yo ya no lo dejare solo, yo no me quedaré solo, luchemos Senpai, dejemos los miedos e inseguridades, dejemos todo lo que nos daña, luchemos por esto Senpai, quiero luchar a su lado por esto

-¿Por qué? ¿Que podría yo ofrecerte?

-Todo Senpai, deme todo como yo le daré todo, lo protegere como me protege

-Pero... Yo te he dañado tanto, yo no merezco nada de esto

-Se lo merece todo, yo lo amo, y quiero que vea por que lo amo, por lo maravilloso que es y...

-Lo mejor para ti habría sido irte

-¿Por qué?

Souichi dejo caer unas cuantas lágrimas, bajo el rostro y apretó con fuerza las manos de Morinaga, susurrando lentamente en medio de una sonrisa dolorosa pero llena de paz, apenas visible para el menor pero añorada

-Por que ahora no te dejare ir Morinaga

Morinaga lo atrapo en un abrazo fuerte, que Souichi lo sintió como lo más suave del mundo, lo abrazo de vuelta tocando levemente sus cabellos

-Yo tampoco lo dejare Senpai

Ambos rieron al mismo tiempo, solo una risa y después callaron, separaron el abrazo y se miraron

-No será fácil Senpai

-Ya lo se

-¿Esta dispuesto?

-Si, definitivamente

-¿Por qué?

-¿De todas las razones?

-Si Senpai, diga lo primero que pase por su mente

-Por otro amanecer

-Bien Senpai, por esos rayos del amanecer que se reflejan en tus ojos...

-Comencemos entonces, Morinaga

-Si Senpai

-Mmm, ¿MORINAGA?

-Si?

-¿Ya puedo sentarme?

-Ah, claro Senpai, creí que no tenía apetito

-No tenía, ahora si tengo, así que siéntate y come

-A mi también me regreso el hambre

-¿hhum?

-¿Qué prefiere mi comida o a mi?

-Uff, creo que esa es una pregunta tonta

-¡Senpai!

-¿Cómo podrías estar por debajo de este plato?

-Senpai...

-Como de una vez

-Si Senpai, todavía tenemos mucho que hablar, recorrer

-Aja, entonces come que se enfriara

-Si Senpai

La primera vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora