Mi clan

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Melissa: Migue, aprovechando que estás aquí y que te tengo confianza suficiente para saber que no me mentirías, ¿sabes cómo saber de qué clan eres parte?

El me mira con cara extraña y dice:

Miguel: Claro que sí, todos lo saben, los bebés nacen con un clan designado, mi marca es esta – Me muestra un dragón enrollado en la parte superior de su pecho – Todos los del clan dragón de furia rojo la tienen, hasta tú. No sé cómo olvidaste eso.

Curiosa por el nuevo dato reviso donde se supone debe estar mi marca, pero extrañamente, no lo está.

Melissa: Migue, ¿estás seguro que todos tienen una marca?

Miguel: Sí, aquel bebé que nazca sin marca será asesinado por el clan delirio blanco, ya que ellos son los encargados de cuidar los bebés de todos los clanes, incluyendo el clan infierno negro.

Melissa: Pero, yo ya soy grande y así, nunca me mataron, eso quiere decir que, si hago parte de un clan, ¿No?

Miguel: Sí, pero yo no te puedo decir de que clan eres porque no soy el indicado para eso, acompáñame y te dejaré en buenas manos.

Caminamos por un rato hasta llegar a un gran… Quizá hospital o algo así, de color blanco.

Miguel: Bien, aquí estamos, en este lugar sólo debes decir que olvidaste algunas cosas y que ya no recuerdas de qué clan eres y ellos te ayudarán.

Melissa: Ok Mig, gracias.

Me adentré al lugar y en seguida me atendieron, les dije lo que mi hermano me dijo que dijera y me llevaron a un cuarto. Tiempo después, llegó una mujer rubia de buen ver y me dice:

Enfermera: Meli, eres tú, ¿verdad?

Melissa: Sí, esa soy yo.

Enfermera: Bien, imagina que estas en un tipo de consultorio médico y miraremos si todo está en orden, primero revisaremos pecho y espalda, ya que son los lugares donde normalmente aparecen las marcas de los diferentes clanes.

Me quité la camisa y dejé que revisara primero mi parte delantera.

Enfermera: Bien, aquí no hay ninguna marca, ahora miremos la espalda.

Obedecí y me puse de espaldas a ella, ella corrió mi cabello y miró, sentí que dejó de revisar al tiempo que me pone la mano en el hombro.

Sueño o realidad?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora