Venganza para tu hermanastro

Parte sin título 2

_Eres un gran padre Mimato tal y como decía mi madre_ Se abalanzo a su padre envolviéndolo en un cálido abrazo fraternal llorando a mares.

_No digas eso Dei; si fuera un buen padre mis tres hijos serian felices conmigo cerca, cosa que no está pasando_ Sonrió con tristeza recordando específicamente a Naruto de niño, era tan alegre e ingenuo cosa que había cambiado totalmente desde la muerte de su madre. _Bien basta de poner caras largas, ven conmigo_ Sonrió mientras cargaba la maleta de su hijo, se sorprendió ya que su maleta era muy pequeña pero no comento nada para evitar incomodar a su hijo. _Te mostrare tu habitación_ Subieron en silencio por aquellas hermosas y elegantes escaleras cosa que asombro a Deidara pues cuando vivía con su madre su hogar era muy humilde a comparación de la gran casa de Mimato, las paredes eran color crema, su escalera era de un metal blanco brillante y se notaba que sobraban habitaciones cosa que agradeció ya que no quería compartir cuarto con sus hermanos debido a la reacción que tuvieron tan negativa cuando lo conocieron.

_Es hermosa tu casa_ Se detuvieron frente a una puerta la cual fue abierta por el rubio mayor invitando a su hijo a conocer la que ahora sería su habitación, Dei no pudo evitar formar una sonrisa al ver las paredes azul cielo que combinaban perfectamente con las sabanas de la cama azul, los muebles se veían bien cuidados y elegantes pero lo que realmente le focino era el gran ventanal por donde se podía apreciar la redonda y bella luna.

_Espero te guste tu habitación_ Su hijo asintió caminando lentamente por toda la alcoba inspeccionándola de cerca ya que literalmente se había quedado sin habla. _Al lado está la alcoba de Menma, y en frente es donde duermo yo, por si algo se te ofrece_ Decidió dejar solo a su hijo para que descansara un poco después de tanto drama además el también necesitaba un buen descanso, ya mañana esperaba que la situación se enfriara.

El rubio mayor se recostó en su amplia cama y sin poder evitarlo su mente se transporto al día que su difunta amante le dio la noticia de su embarazo.

Flashback

Estaba un joven Mimato besando lentamente a Ino en la comodidad de casa de esta ultima la cual era mejor amiga del rubio pero atreves de los años ese sentimiento de cariño se fue transformando en amor pero era un amor prohibido ya que Mimato estaba casado con su primer amor Kushina Uzumaki a la cual conocía prácticamente desde la escuela primaria.

Ino estaba especialmente nerviosa ese día lo cual lleno de curiosidad al ojiceleste _Te pasa algo hoy Ino?_ Le tomo uno de esos hermosos mechones rubios que tanto le gustaban al igual que le gustaban los mechones rojisos de su esposa, era una mezcla de emociones que no lo dejaban decidir abiertamente sobre sus dos amores.

_Yo... Mimato, es que ocurrió algo_ Se armo de valor suspirando para intentar calmarse un poco. _Yo... estoy embarazada Mimato; vamos a ser padres_ Espero pacientemente la reacción de su novio quien ante tal noticia entro en una especie e catarsis ya era bastante difícil tener una relación con ambas mujeres, a su esposa la amaba pero llegaron a caer en la rutina y empezó a aburrirse por lo que busco consuelo en los brazos de su mejor amiga pero todo salió mal cuando se entero de que ella estaba enamorada de él prácticamente desde que se conocieron por lo que decidió darle una oportunidad para evadir el problema con su esposa.

Pero en ese momento comprendió que el ya tenía hijos con la mujer que amaba, cuando empezó una relación con Ino era para tener una vía de escape de su rutina no para formar otra familia nueva con tal mujer.

_Ino, yo ya tengo dos hijos_ El miedo lo invadió completamente, el tenia un buen trabajo y una familia de ensueño, no podía echar todo por un desagüe solo por un pequeño desliz; Ino era solo un escape y aunque suene egoísta no planeaba abandonar a su familia por nada. _Lo siento Ino pero nada me asegura que sea mi hijo_ Admitía que era una excusa barata y cruel pero ya había decidido no arriesgarse a perder lo que más amaba hasta el momento.