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Han Jisung de encontraba en la fiesta de los amigos de sus padres, para ser más concretos, la familia Lee.
Para nadie era un secreto, que ambas familias eran extremadamente adineradas y poderosas.
Pronto se convertirían en familia, ya que por un acuerdo, la pequeña hija de los Han, apenas cumpliera la mayoría de edad, se casaría con el festejado de la fiesta de hoy y primogénito de la familia Lee.

Han estaba con la cena al frente de el en una mesa con su familia, mientras su pequeña hermana cantaba el cumpleaños con su voz angelical. Pudo lograr notar la mirada de Minho sobre el, Dios, el era realmente hermoso, no sabía como se había enamorado tanto de ese chico, para ser sinceros, ninguno de los dos chicos sabía.
De un momento a otro Jisung no pudo pensar con seria si sus padres aceptaran su amor por el pelinegro y viceversa, si tan solo fuera el quien en dos meses se casará con el. Maldita sociedad, su rabia era gigantesca, de sus ojos empezaron a brotar lágrimas. Han no aguanto más y antes que su hermana terminará de cantar, fue corriendo hacia el baño del gran salón, logrando preocupar a más de uno, pero en especial a Minho, que no por más que quisiese no podía correr, ya su futura esposa había terminado de cantar, haciendo que su familia lo rodeara con sus brazos.
Luego de agradecer a más de los 200 invitados que habían, pudo correr donde se encontraba el chico que rondaba en su cabeza a todas horas.

Apenas llego a los baños pudo escuchar los sollozos del menor, abriendo la puerta del cubículo, se encontraba Jisung con lágrimas resbalando por sus mejillas, esas que Minho tanto amaba.
Sin más el pelinegro se agachó para poder posar su frente con la del menor mientras que sus mejillas también se empapaban con sus propias lágrimas, para luego juntar sus labios, formando un beso lleno de amor. Por más tonto que sonase para Minho el cielo era un lugar en la tierra con Jisung.

𝐍𝐚𝐭𝐢𝐨𝐧𝐚𝐥 𝐚𝐧𝐭𝐡𝐞𝐦 ✧ [Minsung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora