Cuentos cortos por miguel 9513

la muerte

Sentado al final de una fina oficina estaba un encargado de gala siempre , con un fino vaso en una mano y un cigarro en la otra, el cigarro tenía forma de calaca y a pesar de no tener ningún pulmón el sorbia el papel e inalaba el humo , cientos de pequeñas cenizas caían del cigarrillo hacia un mar negro y algunas se alzaban a lo blanco del techo , a el le daba igual el no comprendía el bien ni el mal solo estaba ahí viendo como la ceniza se consumía y llenaba de vida su cuerpo inerte había veces que el cigarro parecía avanzar más rápido otras más lento, siempre manchando de negro el blanco de sus huesos, pero no era malo era un vals sombrío el que hacían las cenizas de el al caer, ah veces solo lo dejaba ahí y veía como se consumía con facinacion para el era como un suspiro , pero tampoco podía dejar que se acabará , se había echo una adicción el sentir el fervor de la vida como un humo pasando por sus esqueléticos poros , lo necesitaba y como un adicto aviva el fuego del cigarro, de las cenizas siempre podía salir otro y ahí estaba condenado el , porque cuanto más fumaba más amarillentos y débiles se hacían sus huesos el no sabía si abría otro encargado como el fumando su cigarrillo pero él no podía perder su propósito , así que cuando veía que se iba a acabar juntaba todas las cenizas que podía y armaba uno nuevo , con la última chispa y flama que soltaba el cigarro avivaba el otro y volvía a su ciclo sin fin, era realmente la tortura o bendición el decidir cuándo acabará su ciclo el nunca lo sabrá porque como un adicto él necesita la vida , su droga favorita , tanto es así que a veces se desprende un hueso y lo mete dentro del cigarro para ver si así lo comprende más para entender para rocía sus huesos con la vida lo libera pero no lo entiende y quizás nunca lo haga solo sabe que tiene que estar ahí encerrado en esa oficina fumando y tomando para avivar el fuego de la vida que irónicamente a la muerte lo aviva