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Se encontraba cansada. Ya llevaba corriendo más de dos horas por el interminable bosque.
Con la respiración agitada se detuvo, intentando poder volver a respirar paulatinamente.

Creyó haberlo perdido, ya que no sentía sus pasos a sus espaldas. Esos que iban sin apuro alguno. Ella sabía que él no corría tras ella por un solo motivo; conocía aquel inmenso bosque a la perfección, dondequiera que vaya él la encontraría con facilidad.

Mucha facilidad.

Elevó su mirada de aquel húmedo suelo hasta encontrarse con la suya, atónita.
Sintió cómo una gruesa gota de sudor resbalaba por su espalda, causándole escalofríos.

Y allí se encontraba él; observándola. Ella hubiese jurado que debajo de esa tétrica máscara se encontraba sonriéndole con burla.

La luz de la luna dejaba apreciar cada mancha de sangre en él, desde su ropa, hasta su demacrada máscara. En su mano derecha llevaba un hacha de la cual pequeñas gotas carmesí caían una tras otra.

Otra, otra y otra.

No lo negaría, se encontraba asustada. Ilusa pensó no encontrarse mas con aquella persona.

Todo comenzó a pasar en cámara lenta en el momento que comenzó a acercarse a ella. Una ráfaga de recuerdos se colaron en su mente; Karen, su mejor amiga asesinada por aquel hombre.

Su cabeza dolía. El nudo en su garganta le impedía gritar. Respiraba con irregularidad, y su pecho ardía cómo si de llamas abrasadoras se tratase.

Cuando intentó correr supo que fue inútil en el momento que cayó al suelo. Palpó su pierna y no tardó en reconocer el líquido espeso que salía de ella; sangre. Al percatarse de la herida, ésta comenzó a doler.

¿En qué momento se la había hecho?

Cuando buscó con la mirada  aquel sujeto se lo encontró justo frente a ella.
Su respiración se entrecortó cuando sus miradas chocaron. Sus ojos cristalizados miraban los  suyos, unos que se veían apagados, ya no brillaban, tan oscuros como la noche. Como ese lugar.

Con sus últimas fuerzas miró al frente, visualizando una carretera. Quizá su posible salvación, sólo quizá.
Y en ese mísero instante, sus ojos se cerraron dejándola caer en un profundo agujero negro.

🌑

Cuando despertó, una luz blanquecina la cegó. Creyó ya no estar en ese mundo donde los vivos cometían atrocidades, creyó estar más allá; donde las almas se dirigen cuando dejan sus cuerpos. Creyó haber muerto. Hubiese jurado estarlo, porque se sentía fuera de sí.
Escuchó una voz cercana hablarle, pero no supo deducir qué decía.

Parpadeó intentando adaptarse a la luz. Cuando quizo acomodarse del lugar en el que se encontraba tendida  se dió cuenta de que estaba atada. El pánico comenzó a brotar en ella, frías gotas de sudor parecían jugar una carrera por su espalda, erizándola. Forzó aquello que amarraba sus manos con ferocidad, tratando de zafarse. Y fue ahí cuando sintió unas manos encima de ella, tratando de calmarla.

Atónita miró a la cara de aquella persona que sin emoción alguna se encontraba intentando calmarla de aquella situación que no lograba comprender. Sus ojos se dirigieron al uniforme de aquel hombre que se encontraba allí con ella; era un oficial de policía.

Fuertes pantallazos aparecieron, haciéndole fruncir el ceño, doliéndole la cabeza; aquel hombre con tétrica máscara, sangre, la oscuridad de aquel bosque y su mejor amiga asesinada...

Nuevamente escuchó al oficial hablarle, pero lo que éste le había preguntando la había dejado shockeada.

-Nuevamente te lo preguntaré Eva ¿por qué asesinaste a Karen Waters?

Pensó...y pensó, hasta que poco a poco los recuerdos comenzaron a llenar aquellos espacios de su laguna mental.

Intentando comprender todo, miró la venda de su pierna que le envolvía su herida... Karen se lo había causado, intentando defenderse de ella, cuando ella decidida intentaba apuñalarla.

Confundida, sin entender lo que estaba recordando y con un hilo de voz dijo:- Él la asesino...- el hombre de la máscara...

La mirada del oficial destellaba un poco de lástima ante la confusión de la chica, pero sin demostrar emoción alguna volvió a repetir- ¿Por que asesinaste a Karen Waters?

Al no obtener respuesta ninguna de ella, viendo cómo se quedaba boquiabierta esperando a que las palabras salgan de su boca por si solas, prosiguió: Eva Smith, quedas arrestada por asesinato y serás trasladada al un hospital psiquiátrico para tratar tu esquizofrenia.

Eva sintió un ardor que le quemaba el pecho... la misma sensación que sintió segundos antes de apuñalar a Karen. Sintió que estaba teniendo un episodio nuevamente.

Cuando el oficial se acercó para sacarle las esposas que se encontraban atándola contra la cama en la que estaba, visualizó una tijera a unos pocos metros de donde se encontraban y una voz en su cabeza le susurró con lentitud "mátalo"...











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•Under the glow of the night• (sólo un capítulo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora