capítulo 1

103 12 3
                                    

- Esto es América, esto es un equipo Americano, aquí hay hombres Americanos -Dijo mi capitán. -Muy bien, empezaremos con lo básico, una carrera de 3 km al este, y después, otros 3 km hacía el oeste. ¡Vamos!-Gritó entusiasmado.

- Pero es mucho-le contesté.

- Te parece mucho, pues ahí tienes la salida, prefieres jugar a las barbies en vez de estar aquí-dijo enfadado.

- No, mi capitán.

- Pues, ¡vamos!

- Señor, si señor.

Después de eso, descansé en una tienda de campaña, al día siguiente, a las 6 de la mañana, mi capitán nos Despertó, para practicar la puntería.

- Coger un fusil, apuntar, y disparar a la diana.

- ¿Qué tipo de fusil es?-pregunté.

- Acaso eso importa ahora-me gritó en la cara.

- No, señor.

- Muy bien, prosigamos.

- ¿Cuántos días tenemos para entrenar?

- Disponemos de 3 días, porque, ¿ya te aburres?

- No, mi capitán.

Después del entrenamiento de puntería, fuimos a hacer unos 3 km hacía el este. Llegó el tercer día, el ultimo día de entrenamiento, nos levantamos a las 6 de la mañana, mi capitán nos dijo que teníamos que practicar la rapidez de las armas, es decir, la velocidad de recargar las armas.

-¡vamos, más rápido, vamos!

- Pero no puedo-le contesté.

- Pues. ¡Hay tienes la puerta! ¿Te quieres ir?

- No, mi capitán.

- Pues sigue-dijo levantando la voz.

- Señor, si señor.

Después, nos dijo que íbamos a la guerra, de vida o muerte.

El último hombre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora