Capítulo 31

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Desperté un poco mareada abrí y cerré los ojos hasta que se acostumbraran a la luz. Me senté en la cama con cuidado de no despertar a Louis. Después de unos minutos, el despertó y me acerco a el quedando sobre su perfecto cuerpo besando esos deliciosos labios.

-Tenemos que irnos- murmure- debemos ver a Soph- sonreí y el me devolvió el gesto

-¿Iras en pijama?- pregunto divertido- ¿Qué tal si pasamos a tu casa y vamos con Sophie?- me abrazo por la espalda mientras bajábamos las escaleras. Mi estomago hizo un gran sonido

-¿No desayunaremos nada?- corrí a la cocina antes de que me dijera que no

-Pasamos por un Starbucks, quiero ver a Soph- insistió y asentí para tomar su mano y salir de la casa a su auto. Pasamos a mi casa, mi madre me gritó por no avisar, pero cuando noto la presencia de Louis se calmo un rato. Dijo que en la noche hablaríamos, tenía hambre, pero debía entender que Louis quería ver a Soph y por parte yo también tenía ganas de verla.

-Sophie- sonreí al ver a la pequeña, estaba recostaba en una cama enorme, tenía un cable conectado en su mano, hice una mueca y me acerque a ella- ¿Cómo estas linda?- acaricie su mejilla

-Me duele mi cabeza- dijo con dolor- y tengo hambre.- finalizo y se me encogió el corazón, verla en este estado era realmente horrible

-Pronto saldrás de aquí y te llevare a comer un gran helado de frambuesa con nuez- asintió con nostalgia, Louis estaba del otro lado de la cama. A un lado de su hija

-¿Qué es demandar?- pregunto curiosa a su padre

-¿Por qué la pregunta, Sophie?- acaricio su cabello con ternura

-No lo se, tu dijiste que demandarías a la mama de Charlie- el castaño hizo una mueca

-Olvídalo, Soph- besó su frente y se paró- iré con el doctor, quiero llevarte a casa ya- salió dejándome con la pequeña

-¿Se molesto?- pregunto con la voz quebrada- no quiero que se moleste conmigo de nuevo, ayer ni siquiera se despido- y en ese momento me sentí culpable. Yo había insistido en irnos a casa para descansar

-No esta molesto contigo, Soph- le sonreí tiernamente- déjame hablar con el y verás que será el mismo de antes

-Antes no me hacia caso, prefiero que se enoje conmigo- susurro volteé donde ella y bese su frente como Louis hace unos minutos. Salí de ahí para encontrarme con Louis

-¿Escuchaste… eso?- balbuceé y el asintió

-Creo que será mejor que le prestes más atención de vez en cuando- sonreí, pero el no hizo lo mismo

-El doctor me dijo que podríamos irnos ya, le diré a Soph- aviso tratando de entrar a la habitación

-Tienes que pasar más tiempo con tu hija, Louis.- le dije directamente, me miro extrañado- y deja de poner esa cara de confusión y molestia- le dije frustrada- aprende a darle amor y cariño- puse mis manos en su pecho- ella en serio lo necesita- rogué y asintió. Ambos entramos de nuevo con Soph. Justo la enfermera la estaba desconectando

-Te ayudaré a cambiarte, linda- la tome en brazos y caminamos al baño. Al salir Louis no estaba esperando sentado en la cama ahora tendida con una pequeña mochila a un lado. Salimos de hospital, todo estaba muy callado.

Sophie estaba en mi regazo ya que no me soltó para nada, su cabeza descansaba tranquilamente en mi pecho y sus pequeños bracitos rodeaban mi cuello, me sentía… bien. Louis veía fijamente el camino, estaba pensando ya que hacia varias muecas y ladeaba la cabeza

-¿Aun tienes hambre?- preguntó

-Algo… pero si quieres ir a casa, ya llegare a comer al departamento- soltó un fuerte suspiro y siguió concentrado en el camino. Subí un poco la radio y para mi suerte estaba una canción lenta “Wonderwall”. Louis las odia, no solo esa, odia la música lenta en general.

-Iremos a McDonald’s- aviso y cambio de dirección

-Pero tú odias esa comida- le recordó Sophie

-Pero tú la amas- avisó y nos dio una sonrisa. Una sonrisa con la que cambio mi día y el de Sophie. Llegamos y Louis abrió mi puerta, quito de inmediato a la pequeña de mis brazos para cargarla él

-Es para que no te canses- murmuro y yo bese su mejilla- ______, tengo una propuesta que hacerte- dijo con una sonrisa, este hombre es muy bipolar- múdate con nosotros

-¿Te soy sincera?- pregunte. ¿Irme con Louis? Esto era mucho.

-Amo que seas sincera- dijo con una sonrisa estúpida

-Creo que es muy rápido- lo miré preocupada

-Miénteme.- pidió y yo reí.

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