Escape de los Zombies

Universidad

Lara se sentó al final del aula, prestó atención los primeros treinta minutos, sin embargo, pronto su mente empezó a divagar. La universidad ya era lo suficientemente complicada, sumado a tener que trabajar y mantener una casa.

Más de una vez se había sentido abrumada y se había salteado clases solo para marcharse a la costa y pasar unas horas simplemente recosteada, sin pensar en nada ni nadie. Hoy era de esos días, pero con la cercanía de los exámenes no se atrevía a hacerlo.

De pronto un murmullo se empezó a extender por toda el aula, vio como los compañeros empezaban a sacar sus celulares y a mirar las noticias.

-Clase, qué sucede- preguntó el profesor enfadado por la interrupción de la clase.

-P...profesor- contestó una de las que se sentaba en primera fila –Hay un incendio en la escuela "Nueva Esperanza" y el gobierno puso toque de queda, dicen que la gente enloqueció y está atacando a todo quien se cruza-

Lara no escuchó el resto de la conversación. Tomó sus cosas y salió corriendo, con lágrimas en los ojos. Subió a su auto, antes de arrancar intentó comunicarse con su hermano, pero no tuvo éxito, el celular le devolvía un extraño sonido cada vez que lo llamaba.

Aceleró y se encamino hacia la escuela, faltaban dos cuadras para llegar al lugar cuando vio el patrullero bloqueando el camino. Frenó y se marchó sin detener el auto.

-Señorita no puede pasar-

-Mi hermano es alumno allí, tiene que dejarme pasar o al menos tienen que tener una lista de quienes están bien-

-No lo sabemos, aún se está controlando el fuego-

Ella miró alrededor, no vio ningún camión de bomberos, pero si vio a muchos militares armados.

- ¿Por qué necesitan armas para combatir al fuego y dónde están los bomberos? - Preguntó ella, con lágrimas escapando de sus ojos.

- ... No lo sé, solo nos dijeron que debíamos controlar que nadie entre ... ni que salga, es peligroso allí adentro. Puedes darme el nombre de tu hermano y tu número, si aparece te llamaré, quizás logró escapar y esté en tu casa-

En ese momento llegó un camión de bomberos, lo que obligó al oficial a moverse del lugar, ella aprovechó esa pequeña distracción para colarse y correr. Escuchó como le gritaba el policía, no le importó. Dobló por la esquina, solo para encontrarse con un segundo bloqueo, esta vez militar.

Antes que pudiera reaccionar, se encontró con dos armas apuntándole.

- ¡Al suelo! - Le gritaron – cabeza contra el piso.

Ella sintió terror al ver las armas apuntando contra ella, por lo que obedeció las órdenes que le daban. Escuchó nuevamente gritos de alto que la desconcertaron, seguido de gritos y disparos. En ese momento, alzo la vista ...