Parte 1

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Narra Mia:

Me estoy cambiando con el uniforme de mi escuela, la cual consiste en una falda a la rodilla, la cual a mí me queda un poco más arriba, la playera fajada junto con el chaleco de la escuela, unas calcetas abajo de la rodilla, y los típicos zapatos escolares. Mi cabello estaba suelto con una diadema de tela color azul, no llevaba maquillaje más que un gloss color rosita pastel.
Que combina con mi piel pálida.

*llamada por telefono*

-B-bueno?.- pregunto tartamudeando, dado a que es un numero desconocido
- ¡Mia!.- exclamo aquella majestuasa voz
-S-señor Mendes.- era imposible no tartamudear con él del otro de la línea
-¿Como has estado pequeña?.- oh por dios, me dijo pequeña
-M-muy b-bien y u-usted?.- tartamudeo un poco mas de lo normal
-Me alegro por ti pequeña Mia, igual me encuentro muy bien, pero te llamaba para pedirte un favor.-
-¿U-un favor?.-
-Así es, un favor, ¿me ayudarías?.-
-Claro.- la voz me salió más tranquila.- -Pero tengo que ir a la escuela.- esta bien, pensar en que debería de estar en la escuela me desánimo.
-No te preocupes, pasaré por ti a las...?.-
-S-salgo a la 1:00pm.-
-Esta bien, ahí estaré, a la 1:00pm en punto, hasta al rato Mia.-
-Adios señor Mendes.- dije de la manera más tranquila posible. Después de eso, él colgó la llamada.

El Señor Mendes era la persona más atractiva que había visto en mis 16 años, era alto, delgado pero con músculo, sus ojos eran de un color café increíble, su cabello era café obscuro, pero si lo mirabas en la luz, tenía el toque claro, estaba entre quebradizo y lacio, además de que es todo un caballero o todo un príncipe azul, pero, siempre hay algo, tiene 34 años recién cumplidos, pues la semana pasada tuvo una fiesta de cumpleaños.
Él era perfecto, así es, perfecto, siempre con esa sonrisa tan linda, me gustaba el señor Mendes, era todo lo que una adolescente como yo quiere, pero... todo lo bueno, tiene lo malo, el Señor Mendes era el jefe de mi padre, así es, mi padre trabajaba de secretario con los socios del Señor Mendes, así que en ocasiones el Señor Mendes me llamaba para invitarme a la empresa y ayudarle en ciertas cosas, aunque siempre eran cosas tan irrelevantes, como ayudarle a acomodar sus libros, o limpiar sus muebles que tiene en su oficina, y si se preguntan porque yo y no alguna otra persona, bueno, pues el Señor Mendes dice que nadie lo hace como yo, además de que en ocasiones me da regalos que nunca he aceptado porque siempre son cosas carísimas, como celulares, ropa, libros de primera edición, y más cosas. No sé si al Señor Mendes no le importe gastar todo su dinero, pero si yo fuera él, lo cuidaría un poco más.

Mi padre sabe que vengo a ver al Señor Mendes, al inicio pensé que lo podría malinterpretar, y no era nada del otro mundo, solamente era su hija llendo a trabajar con el Señor Mendes, estuvo de acuerdo, pues el Señor Mendes era de su confianza, y claramente un poco de la mía.
Por un tiempo pensé que el Señor Mendes tenía gustos diferentes, así es, que era gay, dado a que nunca lo había visto con alguna pareja, pero fue una loca idea, pues después salió una entrevista donde le preguntaban eso, y él desmentía esa faceta, dónde aclaraba que era heterosexual, pero que ninguna chica le ha atraído tanto como sacarla a la luz, además de que dijo que tiene a alguien en la mira que le atrae mucho, pero que no sabe si ese sentimiento es mutuo.
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Salí de mi nube
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La escuela...
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Salí corriendo lo más rápido que pude de mi casa, me quede pensando tanto en el Señor Mendes que olvide que tenía que venir a la escuela. Revise el celular, faltaban 3 minutos para que acabarán los 10 minutos de tolerancia, y mi casa está a 5 minutos de la escuela, así que tenía que dar todo para llegar a tiempo.

Corrí
Corrí
Corrí

Hasta que
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-¡AHHHH!.- grité
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Caí al suelo
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Mis cosas salieron volando por todas partes
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-No, no, no.- empecé a juntar mis cosas, mi mochila seguía en mis espalda, pero las hojas que tenía en las manos no corrieron con la misma suerte. Más tonta no puedo ser, tropecé con una mini roca.

Era tarde, miré el celular, eran las 8:11 am, no tenía caso, no me dejarían pasar, eran muy estrictos respecto a la hora de entrada y salida.
Decidí no rendirme y seguir corriendo, corrí lo más rápido que pude, pero mi condición física nunca fue la mejor.

Llegue a la escuela a las 8:15 am, en la entrada estaban los prefectos, junto con algunos maestros, el director y alguien de espaldas, que se parecía a ....

-Señor Mendes.- sonreí apenada
-Mia, pensé que estabas en clase.-
-Señor Mendes, se me ha hecho tarde, esa es la razón por la cual no estoy en clases aún.- dije mirándolo a él fijamente.
-Vaya, espero no haya inconveniente en pasar.- dijo para que los profesores me dejaran pasar.
-Y no lo hay Shawn, Mia es una excelente alumna, así que puede pasar.
-Gracias Carlos.- dijo el Señor Mendes.- el Señor Mendes es un gran aportador a la escuela refiriéndonos a lo económico, apoya a varias actividades de acá, y es el padrino de todo, o bueno, así lo veo yo.
-Gracias director, y hasta luego Señor Mendes.- dije entrando a la escuela para tomar lo que sería mi primera clase, aunque dudaba que me dejaran pasar.
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Y cómo fue, el profesor no me dejo pasar al salón, lo que fue producto de varias burlas por haber llegado tarde, pero no me importo, entraría a la segunda hora, y nada pasaría.
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Las primeras tres clases, pasaron tranquilas, trabajos, tareas que revisaban, más trabajo, hasta que llegó la hora del recreo. No tengo más que 2 amigas, Daniela (Dani) y Naydeli (Nay), pero estamos sentadas por orden de lista, y por eso no nos vemos hasta el recreo.

-¿Lo pueden creer?.- mencionó Dani
-Loco, cómo se le ocurre pensar que es erótico usar esos juego, jaja ni que estuvieran en "50 sombras de Gray".- dijo Nayde esta vez
-¿Tú qué opinas Mia?.- me incluyo Dani está vez.
-Lo de siempre, que como pueden tener relaciones y hablarlo como si fuera nada, yo prefiero esperar al correcto.- suspiré, alguien como el Señor Mendes sería más que perfecto.
-Como sea, vayamos a clase.- Nayde y sus conceptos de que estoy mal por esperar al indicado.
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Sr. Mendes // Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora