Porque las cartas lo dijeron [ChanSoo]

El "brujo"

ーSi realmente es vidente, le pediré que vea entre mis piernas y me diga si hay un futuro con él entre ellas.ㅡ Se dijo internamente luego de ver aquella sonrisa seductora.

Tal y como había dicho ayer, fue a visitar al brujo que le recomendó su amigo. Justo cuando estaba a punto de entrar, JongIn salía de ahí; desde que habían terminado hace dos meses, no se habían vuelto a ver pero sí enviado mensajes. Fue una charla corta, pero pudo ver la felicidad en el rostro del moreno, al parecer aún tenía alguna esperanza. Lo había saludado con una leve sonrisa, porque quizás sí había extrañado un poco su compañía; le comentó sobre su situación y el porqué estaba ahí, entonces JongIn se ofreció para acompañarlo dentro del lugar.

El """"vidente"""", entre muchas comillas porque parecía más modelo que cualquier cosa, era un hombre alto, de la cintura para arriba estaba muy bien formado, ya que estaba utilizando una remera ajustada que no dejaba a la imaginación su abdomen marcado, y sus brazos fuertes que no estaban cubiertos por nada. Su cabello era negro intenso, sus ojos un poco grandes, y sus labios eran finos pero carnosos. Definitivamente se le habría caído la baba si JongIn no estuviera a su lado.

ㅡChanYeol, vino tu primera consulta del día.ㅡ

El alto modelo había estado de perfil, sentado en una silla, leyendo un libro, por lo que no se había percatado de las nuevas presencias, y pensar en eso le dio un poco de gracia ya que, se supone, podía percibir entes.

Al que JongIn llamó "ChanYeol" dirigió su vista al par, y con esa mirada creo que hasta un ente cae rendido ante él. El hombre se levantó de su lugar y se acercó a ellos con una amplia sonrisa en su rostro, que le resultaba tierna, al contrario de lo sexy que le parecía su cuerpo.

ㅡUn gusto, soy Park ChanYeol. ¿Vienes por una consulta?ㅡ Dios, esa voz, esa ronca y llena de energía sexual voz que acaba de escuchar provenir del hombre, terminó por ponerlo en el primer puesto de su propio top de "hombres perfectos".

ㅡDo KyungSoo. Sí, vengo por una consulta.ㅡ Podía venir por cualquier cosa con tal de ver a ese adonis.

La expresión del alto cambió a una de sorpresa apenas terminó de escuchar el nombre, y miró a JongIn, quien en respuesta sólo apartó la mirada.

ㅡYa veo. Gracias por traerlo, JongIn. Ven conmigo, KyungSoo.ㅡ Escuchar su nombre dicho por esa sensual voz erizó cada vello de su cuerpo inevitablemente, y sin dudarlo siguió al mayor, olvidándose por completo del moreno.

Avanzaron por un corto pasillo, que al final tenía una cortina y la atravesaron. La sala en la que entraron tenía telas violetas y azules colgadas por ahí, una mesa baja en el centro y una estantería con algunos libros.

ㅡBien, KyungSoo. Cuéntame ¿qué problema tienes?ㅡ ChanYeol se sentó de un lado de lado de la pequeña mesa, en el suelo, y el menor supuso que debía imitarlo, sentándose enfrentado al más grande.

ㅡEn mi casa hay algo que me anda molestando, nunca vi ninguna manifestación física, nunca me hizo nada, solamente hace ruido y no me deja dormir. Lo extraño es que puedo escuchar cosas caerse, pero luego no hay nada en el suelo.ㅡ Se había olvidado del motivo de la visita al lugar por un momento, pero esa pregunta le recordó su situación.

ㅡOh, ya veo. Es sólo un ente bufón, no son raros de encontrar, de hecho suelen ser los más normales. Si no te hace nada más que molestarte con ruidos, es eso.ㅡ Le respondió con esa voz que lo tenía enamorado, tranquilamente.
ㅡEs fácil echarlos de las casas, pero para eso voy a necesitar ir a tu hogar.ㅡ El pequeño pensó que ni siquiera necesitaba invitación para entrar y hacer lo que quisiese, quizás podría sacar provecho de esa visita.

ㅡClaro. No tengo problema en eso, mientras esa cosa se vaya.ㅡ Refunfuñó en voz baja, y escuchó una risita provenir del mayor.

ㅡTranquilo. ¿Te parece bien si voy mañana?ㅡ Interrogó el mayor, a lo que asintió rápidamente, tal vez hasta desesperadamente.

Ya que estaba en el lugar, podría aprovechar para una lectura de cartas, a estas alturas ya no le importaba gastar dinero, ver aquel rostro hermoso valía cada centavo.

ㅡ¿Puede... Puede leerme las cartas?ㅡ Preguntó, aunque al principio de la oración tuvo que aclararse la garganta que ae encontraba un poco seca.

ㅡOh, claro. No hay problema.ㅡ Le dedicó una sonrisa, que le llegó al corazón y quizás a otro lugar más abajo, y siguió el movimiento de esos brazos donde se marcaban venas (las que sin duda quería lamer) entonces se percató de que las cartas estaban sobre la mesa. Era un mazo de cartas españolas, del tipo que usaba para ganar en el chichón contra BaekHyun y SeHun.

El mayor comenzó a mezclarlas con habilidad, moviendo sus dedos para acomodarlas, aunque el menor estuviera más concentrado en imaginar lo que esos brazos, esas manos y esos dedos podrían hacerle.

El hombre hermoso cortó las cartas, y le dirigió una mirada indicándole que las amontonara de nuevo, y así hizo. El alto tomó el mazo unificado y dio vuelta tres cartas, ubicándolas sobre la mesa, una al lado de la otra.

ㅡBueno, las cartas dicen que, efectivamente hay algo que te está perturbando, probablemente se refiera al ente en tu casa.ㅡ Comentó con tranquilidad, sin mirarlo, y dando vuelta dos cartas que ubicó sobre y entre medio de las tres en la mesa. ㅡNo es nada de que preocuparse, lograrás librarte de él.ㅡ Continuó, y dio vuelta otras tres cartas, ubicándolas sobre las otras. ㅡAl parecer eso traerá una consecuencia.ㅡ El formado hombre miraba atentamente las cartas, a veces haciendo caras graciosas que el menor no pasaba de largo. Repitió el mismo proceso, esta vez todo seguido y sin interrupciones, y al final habló. ㅡEsa consecuencia es conocer a alguien, y que ésta persona será importante en tu vida.ㅡ

KyungSoo tuvo ganas de gritar de alegría, aunque no era seguro que se tratara del hombre frente a él, quizás el ente se manifiesta físicamente y se enamoran, espera que sea ChanYeol.

ㅡ¿Las cartas no pueden decirte una descripción de esa persona?ㅡ Cuestionó el menor, pasando su vista de las cartas a los ojos del más grande. ChanYeol despegó su mirada de las cartas y la posó en él, acompañada de una sonrisa que podría matar a cualquier persona.