CAPÍTULO I.-¿Quién eres?

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Mi nombre es Aillen Vial tengo diecisiete años estudiante de la preparatoria San Nicolás, vivo sola la mayoría del tiempo ya que mis padres se encargan de las empresas de ambos y siempre habitan viajando, soy de piel blanca peliroja lacia  de ojos verdes, mi mejor amiga se llama Jessy ella es de piel morena clara, pelinegra china y ojos café claros, hoy comenzaré una aventura junto a ti. ¿Estas lista?

Me encontraba en la preparatoria pues era el primer día de escuela en el penúltimo semestre, entrando me encontré con mi mejor amiga Jessy -Ey Aileen, chica pero vienes distraída.- tomandome del brazo riendo -¿crees que este semestre conozcamos a un chico guapo?

-Pero que estas diciendo Jessy concentrate en los estudios.- seria contenia mi risa.

-Vamos Aileen no seas amargada, este año todo será más enocionante.- muy animada.

-Claro niña tenemos que dejar fluir las situaciones.- sonrio.

Entramos al salón y tomamos las dos primeras butacas de la orilla -muevete chica.- decía Jessy señalando mi lugar -voy voy tranquilizate.- rio.

Los compañeros de clase empezaban a entrar de uno a uno o a veces en grupo ya que contaban sus vacaciones o bromas pesadas en el caso de los chicos. Todo el salón se quedo en silencio cuando entro la miss Charloth ya que era muy estricta en las materias anteriores, se puso al frente y cuando iba a presentarse junto a su materia un chico alto de piel blanca, de pelo rubio platinado y ojos miel estaba tocando en la puerta, aparentemente no se veía de su edad ya que aparenta más años que nosotros que cumpliriamos dieciocho -Adelante.- haciendo la seña de que pasara al joven a un lado de ella - bien presentate a tus compañeros.

El chico la miro fastidiado y se volteó a nosotros -mi nombre es Everett Moore.- muy serio y con una mirada fría a nosotros.

-Bueno gracias Everett Moore, mi nombre es Charloth y parto en la materia de Química, ahora chicos saquen su libro y comencemos la clase.

Pasaron las horas terminando las primeras clases del día con el  receso,  Jessy y yo nos apresuramos ante el chico para hacernolo de amigo -Hola Everett mi nombre es Aileen y ella se llama Jessy ¿te gustaría acompañarnos a desayunar? .- el chico nos miro de arriba abajo y se marcho del lugar sin decir ni una palabra.

-Pero que inrespectuoso es, por lo menos hubiera dicho no gracias.- molesta Jessy.

-Pobrecillo se le ve tan triste.- preocupada.

- Tu siempre preocupandote por los demás, anda muevele que habrá mucha gente en la cafetería.- tomandome de la mano para irnos del lugar.

EVERETT

Estos humanos son un fastidio, que no pueden quedarse callados por un momento, no sé el por que mi madre trata de ocultarme de mi mundo en esta dimensión y más teniendome que adaptar a las cosas humanas tan tontas, todos son ingenuos y debiluchos, tendré que adaptarme a ellos por un capricho de mi madre. Caminé lo más alejado que pude de los humanos adentrandome a un pequeño lado solitario de la escuela donde había árboles y pasto seco llegando a los límites de ésta, me trepe a un árbol y desde ahí tome un pequeño descanso de tanto alboroto, ya que los lobos gigantes tenemos nuestros sentidos más desarrollados que los humanos, nos fastidia más el escandolo  de esta especie. Un ruido chilloso de campana me despierta de mi fiesta y veo a lo lejos como los humanos se incorporan a los salones -Vamos otra vez
- rodando mis ojos.

Bajé del frondoso árbol avanzando al salón de clases -que escandolo.- pensaba mientras pasaba la puerta del salón de clase, me senté en mi butaca y me quedé mirando a la nada mientras el profesor hablaba como perico, pasaron tres horas y por fin salimos de clase, tomé mis cosas y salí del salón -Everett espera.- gritó una joven que se acercaba a mis espaldas.

Entre el espejo dos mundos. [completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora