CAPÍTULO II.- ¿porqué ella?

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Cuando la intensidad de la luz bajo, bajé mis manos que cubrían mis ojos, forzandolos a mirar aquel lugar fijo en el que pasaba algo raro con aquella roca, que ahora tomaba la forma de la parte del cuerpo de un ser humano, está dejo de brillar cuando la luz azul depositaba el cuerpo suavemente en el suelo, caí al suelo de rodillas con lágrimas en mis ojos pues no podía creer quien se encontraba al frente de mí, me arrastre con ayuda de mis manos y rodillas suavemente para acercarme al lugar donde se encontraba el cuerpo intactil de aquel hombre, mi piel sentía un frío que me elizaba de pies a cabeza, temía acercarme pero la curiosidad fue más fuerte que el miedo, logrando estar al frente de él toqué un tanto nerviosa su espalda y éste se levantó con un brazo del suelo soltanto un quejido, retrocedi inconscientemente asustada cayendo de espaldas al suelo deteniendome con mis codos aprecie como él se levantaba con quejidos más fuertes del lugar como si fuese un lobo aullando, mientras que en mi mente que preguntaba ¿qué sucedía? Él ser aullaba con más fuerza mostrando ante la luna sus colmillos y uñas largas de sus manos, con su peliplateado alborotado, su pecho estaba descubierto portando solamente un pantalón mientras sus pies estaban descalzos, miré bajo de ellos y aquel espejo que estaba quebrado anteriormente se había completado nuevamente sin dejar rastro de alguna quebradura desapareciendo en forma de cristal, no podía creer lo que pasaba en el lugar, Everret voltio a mirarme y yo miré hacía él, sin entender el cómo su cuerpo se había hecho normal, pues ya no tenía sus largas uñas, ni mucho menos su boca mostraba sus colmillos ¿era humano o siempre lo fue? Me preguntaba si aquello que había visto era una ilusión de mi mente por el temor que pasaba en ese momento -¿cómo lo lograste? .-me miró confuso, mientras yo seguía en el suelo con el corazón a mil por hora.

-Yo...solo...lo sentí, creo.- estaba nerviosa y mis palabras demostraban el terror que sentía.

-¿Te encunetras bien? .- ofreciendo su mano para levantarme.

La tomé -Gra...gracias.- poniendome de pie.

-Gracias a ti estoy de nuevo aquí, lo siento no quería asustarte.- con voz gentil.

Pero ¿qué pasaba? Acaso ¿estaba alusinando? Pues el chico frío, cortante e egoísta por primera vez conversaba conmigo pero sobre todo me sorprendía con su amabilidad y gentileza -¿a dónde fuiste después de que desaparecieras? .- lo miré extrañada.

-Al inframundo, era inútil e imposible que yo pudiese regresar de ese lugar, sé que tienes muchas dudas y yo sé que no podré resolverte todas solo asimila las cosas poco a poco ¿sí? No me pidas explicaciones espontáneas, yo te contaré todo poco a poco ¿te parece? .- preocupado al mirarme asustada, confundida pero sobre todo frustrada por querer entender la situación.

-Me parece bien.- tranquila, pues sus palabras me transmitían seguridad.

-Será mejor irnos.- sonrío.

-Sí, será lo mejor.- con una sonrisa pequeña que desaparece en un segundo, tomé mis cosas y las guarde en mi mochila cargandola en mi hombro, cargué en mi mano la lámpara alumbrando la salida, me agache y salí del lugar, saliendo él después de mí buscando las llaves en la bolsa de mi pantalón para abrir el carro -Buenas noches.- escuché su voz a lo lejos, lo miré rápido y él ya se encontraba a gran distancia de mi.

-Oye, espera te llevaré a casa.- preocupada.

-Gracias Aileen mi casa esta cerca nos veremos mañana.- despidiéndose con su mano.

-Espera ¿qué? ¿me has llamado por mi nombre? .- alegre - pero ¿qué mierda? .-molesta, este se había largado dejandome hablando sola -Diablos.- grité y entre al auto, lo encendí comenzando a manejar para ir a casa, llegué y cerré las puertas con seguridad miré el reloj las dos cincuenta, abrí la llave dejando salir el agua caliente, cuando esta salió entre en ella dejando que el agua cayera suavemente sobre mi cuerpo, al terminar lo seque y me dispuse a dormir entrando a mi cama.

Entre el espejo dos mundos. [completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora