CAPÍTULO III.-Final.

7 4 0
                                    

Everett me miraba confuso, ofreciendome su mano para cruzar el espejo, miré a su madre y su rostro mostraba preocupación, temía pasar a un mundo desconocido pero algo en mi interior me inducia hacerlo -Cla...claro, lo haré.- un tanto nerviosa de la decisión tomo su mano.

-Agarrate fuerte y no temas yo estaré para protegerte.- me tomó con fuerzas entrando al espejo; una luz blanca encandilaba mis ojos, inconscientemente lleve una mano a ellos para cubrirlos del gran esplendor, al pasar aquella luz abrí mis ojos y miré un mundo totalmente diferente había mucho pasto con árboles y flores de mil colores, alse mi mirada al frente y aprecie a lo lejos un palacio grande en la montaña -Bienvenida a casa.- señalando el lugar -ven no te quedes ahí parada.-sonrió Everett.

-Si claro.- saliendo de mis oensamientos al observar el lugar.

-Será mejor que la cargues no quiero llegar antes del anochecer, necesitamos respuestas.- irritada su madre convertiendose en una bestia lobo.

-Aileen sube.- este también se convirtió en una grande bestia.

-¿Seguro? .-mirándolo frustada.

-Claro.- agachandose -sube ahora.

Me tomo de sus pelos blancos empujandome con el suelo para trepar en él sentandome en su cuello -Listo.- éste al escucharme empieza a correr hacía el palacio de la montaña siguiendo a su madre, al llegar atardecia, bajé de Everett y ambos se trasnformaron a humanos - Entren buscaré al abuelo Williams.- con voz arrogante retirandose del lugar.

Realmente me sentía arrepentida de haber venido a este mundo y para colmo soportar el mal genio de la madre de este -Everett quiero regresar a casa.- con voz firme.

-¿Tan pronto? Vamos llegando.- desconsertado.

-Será mejor que me retire, este mundo es demasiado incomodo.- seria.

-¿El mundo o mi madre? Si es por eso hablaré con ella este misma noche , si no cambia de parecer volveremos ambos a tu mundo ¿Qué te parece? ¿Aceptas? Solo quedate un poco más.- tratando de convencerme.

-Bu...bueno.- sus palabras siempre lograban su objetivo.

-Gracias.- sonrío -ven tienes que descansar.

Entramos al recibidor y su madre junto a un anciano bajaban las escaleras de medio caracol que se encontraban en el gran salón -Esa es la chica abuelo.- señalandome.

Esté acomodo sus lente para enfocar su vista en mi -Ya veo ¿Cuál es tu nombre mi niña? .- sonrio amablemente.

-Ehhh.- susurre -Aileen señor.

-Aileen sigueme por favor.- con un movimiento en su mano pedía que le siguiera.

Miré a Everett con dudas de seguirlo -Ve con él.- asistiendo con su cabeza.

-Bu...bueno.- insegura de la decisión, salí de la sala siguiendo al anciano para entrar a su despacho, él me esperaba adentro.

-Pasa pequeña.- sonrió sentandose en la silla.

Entré acercandome para estar frente de él -¿si?

-Pequeña  me dijiste que tu nombre es Aileen ¿no es así?

-Si señor...?

-Williams, llamame Williams.- sonrió.

Me analizó de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba poniendo una cara de asombro haciendo unas anotaciones en su libreta -¿qué sucede? .-pregunté.

-Nada de que preocuparse, será mejor regresar.- se levanto  abriendo la puerta para salir -Vamos.

Asenti y salimos para regresar con Everett y su madre -¿Porqué esta aquí abuelo? .- se levantó la madre de Everett del asiento.

Entre el espejo dos mundos. [completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora