Capítulo 2.- PENSAMIENTOS

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No pasa nada más que el observando por la ventana del auto las personas que pasaban o los edificios y comercios.
Dejó escapar un suspiro con aburrimiento, no había algo que le llamará la atención para detenerse a pasar el rato.

—Llevas mucho tiempo en esa posición, me da miedo que no dijeras nada en todo el viaje Kirishima— hablo un chico musculoso de cabello negro detrás del volante de automóvil mirando por el espejo al chico de cabello rojo.

—Lo siento Sato pero incluso hay veces que es mejor estar callado— respondió dirigiendo su vista a la espalda de su chofer.

—¿Sucedió algo entre Katsuki y Tú?- preguntó sin despegar su vista del frente.

—¿Porque sucedería algo con él?— respondió con otra pregunta apretando las manos en forma de puños que descansaban en sus muslos.

Sato se encogió de hombros en su asiento esperando que el mismo Eijiro respondiera su propia pregunta. Pero este se limitó a quedarse callado como siempre solía hacerlo.

Sato no sabía nada y era mejor que se quedará así.

Sero, Shouto, Mina y Denki sabían la vida que el llevaba pero sólo ellos se limitaban a aconsejarle que lo sucedía no era nada bueno, pero el simplemente no hacía nada sin ni siquiera conocer al todo la razón.

《¿Acaso no te amas?》A sido la pregunta que más le han hecho sus amigos, claro que el se amaba pero no había una respuesta clara para lo que sucedía.

—Quiero un café— señaló una cafetería que estaba un poco más en frente de el.

—Claro esta bien— contestó su amigo acelerando un poco para después estacionarse correctamente.

Llegaron para después bajar con calma, a el ni siquiera le gustaba mucho el café.  Sólo quería una escusa para no estar en su solitaria casa. Se sentó en una mesa redonda mientras Sato lo esperaba a fuera como solía hacerlo cada día que el salía, saco su celular para mandar un mensaje a su grupo de amigos para que lo acompañarán en su soledad.

Ordenó una taza de chocolate  mientras miraba sus redes sociales, seguía a la mayoría de sus conocidos.
Pero esa misma rutina le aburría o al menos lo que sucedía en la tarde porque en la noche todo era diferente.

Las esposas que lo mantenían unido al cabezal de la cama lo sometían ante el, un latigazo se estrelló con fuerza en su delicada piel dejándole una horrible marca más pues estaba desnudo como su pareja que sonreía como psicópata.  El alfa volvió a darle otro golpe con el latigazo uno tras otro sin piedad, estaba orgulloso de como el cuerpo de su omega estaba reaccionando ante las hermosas caricias que el le daba. El omega  llegó a su nuevo orgasmo sin ni siquiera detenerlo lo cual hizo que el alfa se molestara dándole un golpe en la cara mientras el sólo lo recibía.

¿Porque no le pedía que se detuviera? ¿Porque no le decía que eso no le gustaba? ¿Porque se quedaba callado?.

¿Te dije que te vinieras?— preguntó el alfa molestó al momento de quitarle las esposas.

No amo— respondió este con una sonrisa en los labios.

Su esposo lo puso en cuatro para después embestido lo con mucha fuerza y coraje haciendo que el gimiera por el contactó que está sintiendo. Siente un poco de dolor, también tiene miedo al ver como esa bestia maltrata su cuerpo. El es un espectador que sólo observa como su lado omega maneja la situación, ese no es el.

MASOQUISTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora