El pequeño angelito caminó con cuidado entre las mesas aún con su comida en sus manos. Dio un pequeño vistazo a la mesa donde se encontraban algunas de las novicias que ayudaban en el orfanato, observando como Jisoo se sentaba con ellas enseñando una bonita sonrisa. JiMin hizo una mueca y se sentó en una de las pocas mesas vacías que habían en el comedor, dejó su comida sobre la mesa y se sentó subiendo las mangas de su camisa.
Comenzó a comer viendo como algunos de los niños y niñas se levantaban o sentaban. hasta que una niña se sentó en su misma mesa, frente a el. JiMin alzó una ceja y ella sonrió metiendo la cuchara con comida en su boca. Era linda, su cabello era de un color castaño claro, casi rubio por debajo de sus hombros y con flequillo, sus ojos eran de un color parecido al de su pelo.
— ¿Qué haces aquí? —preguntó el chico viendo como ella volvía a comer.
— Estás solo. Solo quería hacerte compañía, no conozco a nadie de aquí.
Seguramente era la chica de la que todos hablaban, la huérfana que llegó esta mañana.
— ¿Eres la nueva...?
— ¡Oh, si! —sonrió en grande. — Soy Lisa. —se presentó y estiró su mano, dejándola a pocos centímetros de la cara del niño.
— JiMin. —agarró su mano y ambos las movieron para luego soltarlas.
Ella sonrió y volvió a comer sin dejar de mirarle. JiMin se removió en su asiento sintiéndose algo incomodo, suspiró volviendo a comer intentando no prestar atención a la niña. Alzó su vista cruzando miradas con ella e hizo una mueca.
— Deja de mirarme así, es incómodo comer sabiendo que alguien no deja de mirarte. —soltó con molestia.
— ¿Puedo verlos más de cerca? —preguntó de repente Lisa levantándose para sentarse al lado del chico, quien se alejó un poco sin saber que iba ha hacer. — Tus ojos. —susurró acercando sus manos al rostro de JiMin.
Este se mantuvo inmóvil por unos segundos, la mirada de la chica se clavaba directamente en sus ojos y sus manos sobre sus mejillas le hizo sentirse verdaderamente incomodado hasta que por fin le soltó.
JiMin le miró con confusión a lo que ella respondió con una simple sonrisa.
— ¡Oh, Lisa! —escucharon ambos y alzaron la vista cruzándose con Jisoo frente a ellos. — Veo que has conocido a JiMin. —Lisa asintió frenéticamente y las dos chicas miraron al niño. — La hermana Mayte quiere que salgan con el grupo después de la comida, tienen que ayudar en el huerto, plantarán nuevas verduras. —explicó, quedándose ahí mientras esperaba una respuesta de ambos.
JiMin suspiró agarrando su plato casi vacío y levantándose de la silla sin decir nada. Lisa hizo lo mismo y contestó que lo harían con una gran sonrisa en su rostro antes de seguir a su nuevo compañero y probablemente futuro amigo. JiMin dejó su plato y caminó hacia la puerta, miró hacia un lado, cruzando miradas con Jisoo, quien inmediatamente le enseño una sonrisa inocente antes de que el saliera del comedor acelerando el paso.
— ¡Oye, espérame! ¡JiMin! —gritó Lisa yendo detrás de el, ya que prácticamente el chico había salido corriendo. Al llegar el mayor dejó de caminar para ponerse frente a ella y mirarla, aunque ella volvió a sonreír.
— ¡Argh! —se quejó cruzando sus brazos. — ¿No puedes dejar de sonreír, aunque sea por dos minutos? —ella ahora le miró extrañada.
— ¿Y por qué no sonreiría? —preguntó confundida. — Este sitio es genial.
— ¿Qué? ¡No es para nada genial! No se puede hacer nada y siempre nos mandan hacer tareas y deberes.
— Bueno, en todos los orfanatos hacen eso. — aclaró riendo. — Vamos, de momento este es el mejor orfanato de todos los que he estado.
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Sodomía en el Vaticano || YM [+18] {PAUSADA}
EspiritualY aquel deslumbrante angel lloraba arrodillado frente al mismísimo Satán.