KAT
Aquí estaba sentada esperando a que mis amigas acabasen de hacer su compras semanales, que consiste en cogerse un montaña de ropa para probarse y no comprar nada.
No les prestaba ninguna atención estaba muy ocupada con un juego.
- 2, 3, 4.
- ¿que cuentas Kat?- su voz era dulce y tranquila, escucharla siempre me sacaba una sonrisa
- Hola Amanda
- Y dime ¿ qué cuentas? - me pregunto con una sonrisa en su cara.
Siempre que la veo se me viene a la cabeza todo lo que a hecho por mi, el como escuchaba todos mis problemas, como nunca me a criticado por mi forma de ser, es una amiga increíble y también es muy guapa, aunque ella diga que no, para mi lo es.
Igualmente no podría decirle que mi juego consiste en contar todos los tíos que se fijan en mis amigas, me diría "Kat no debes estar siempre con eso en la cabeza", tendría toda la razón del mundo, pero que quieres que haga, ningún chico se fijaría en mi, una chica que no esta delgada y que no es muy guapa, pero me da igual, ya que de todo esto he aprendido que el amor y menos aun el amor verdadero existe.
- Los minutos que faltan para que nos vayamos a comeeerrr.
- Espera, que aun les quedan otras tres tiendas.- dijo entre risas las cuales me contagiaron a mi. Ambas reíamos por no llorar.
Habían pasado cinco minutos y seguíamos riéndonos, el ruido que hacíamos era tan fuerte que todo el que pasaba a nuestro lado nos miraba. Me daba igual porque nos lo estábamos pasando genial, tan distraídas estábamos que ni nos dimos cuenta de que nuestras amigas estaban paradas delante nuestras.
- Cuando dejéis de hacer el ridículo, podríamos ir a comer. - dijo Lili con cara de pocos amigos, pero me daba igual ya que la palabra comer hizo que saliera de mi trance. Salte de mi asiento, las empuje a todas por la espalda para que se dieran prisa, sin pensarlo me puse a correr.
Puede que fuera un día normal, aburrido, monótono, y me encanta que sea así porque el aburrimiento nos hace comportarnos como completas idiotas, por ello este día y todos los demás no los cambiaría por nada.
Por fin llegamos al McDonals, no había mucha cola, algo raro un sábado a las nueve de la noche, pero me daba igual ya que porfin podria comer . El chico que nos atendió no debía de tener más de veinte años además era guapo, pero mis ojos se centraban en el menú. Nos tomo nota de lo que queríamos como es normal, pero cuando fue el turno de Lili no se dedico solo a apuntar, si no a intentar a ligar con ella.
A mi ya me daba igual todos los tíos que intentaba ligar con ellas, solo quería que me trajera la hamburguesa que le había pedido.
Después de diez minutos de esperar nuestras hamburguesas y de ver como Adam, el chico que nos había atendido, intentaba conseguir el numero de mi amiga, aunque fue perder el tiempo ya que ella no se lo da a cualquier tío, por fin nos sentamos a comer.
- !!Aleluyaa¡¡ - gritamos a la vez Alex y yo, no parábamos de reír al recordar como Adam había sido rechazado.
FLASBACK
- Podrías darme tu número y así podre volver a hablar contigo. - mi amiga se acercaba lentamente hacia él entonces de su rostro salio una sonrisa victoriosa, como si hubiera cazado una gran presa.
- Con el único que voy a hablar es con el gerente, para decirle que llevamos mas de cinco minutos esperando nuestras hamburguesas, mientras que su empleado esta coqueteando con una clienta. - tras decir esto el chico salio corriendo a por las hamburguesas - y que te quede claro, yo no le doy mi numero a cualquier tío.
FIN FLASBACK
Mientas todas disfrutábamos de nuestra comida y seguíamos riendo, por la puerta entro un grupo de chicos al cual mas guapo.
Los cuatro que iban se giraron a mirar nuestra mesa y esta vez no era por Lili, era por todas ya que estábamos mirando todas a la vez a los cuatro buenorros , además de estar medio gritando "dios mio que tiossss", el disimulo no es nuestro punto más fuerte. Comenzaron a reírse todos, no podia morirme mas de la vergüenza, se sentaron cerca de nosotras, no paraban de mirarnos entonces decidimos calmarnos y comportarnos como si no hubiera cuatro tíos súper guapos a unos pocos pasos de nosotras, algo imposible. Al fin conseguimos calmarnos, pero seguían mirando aunque ahora no era a todas, su mirada se centraba en Lili, Sam y Alex como de costumbre.
Decidí analizar a los chicos para entretenerme. El primer chico tenia el pelo de color rubio oscuro con toques de marrón en algunos mechones del pelo, su tez era blanca lo que hacia que sus ojos marrones resaltaran aun más, con su sonrisa conseguía que todos los demás sonrieran, no se porque pero verle me causaba una sensación de paz.
El segundo chico era todo lo contrario a él, tenia el pelo de color negro como el carbón, su piel era bastante mas morena que la del rubio, pero sus ojos eran de un azul intenso. No sonreía mucho, en realidad era muy serio y parece que siempre esta regañando al mas pequeño del grupo aunque en su mirada se nota que lo quiere mucho.
El tercer chico era el mas bajo de todos, su color de pelo era entre marrón y cobrizo, su tez era clara y tenia ojos negros pero lo que más resaltaba de él eran todas las pecas que tenia las cuales le hacían muy mono, parecía un niño. Se notaba que era el gracioso del grupo y también se notaba que le gustaba hacer de rabiar al ojosazules, eran tan gracioso.
El cuarto chico tenia el pelo de color castaño, como el mio, sus ojos no llegaba a verlos ya que estaban ocupados con su móvil. Su color de piel eran marrón pero mucho mas clara que la del ojosazules, su mejilla derecha estaba teñida de un color rojo, puede que alguien le diera un golpe recientemente, seguro que fue su novia, como no pillado- solté un suspiro-¿por qué me entristece el pensar que tiene novia? Sigamos, su rostro... no mostraba expresión alguna además parecía ausente de la conversación de los demás chicos. No se por qué no podía dejar de mirarle, había algo en él que me hacia querer saber más sobre él, conocer todos los secretos que ocultaba incluso los más oscuros, no se porque.
Sin darme cuenta levanto la mirada y la poso en mi, noté como sus ojos verdes me atrapaban, no podía apartar la mirada o ¿no quería? Algo raro me estaba ocurriendo no sabia que era, algo estaba cambiando en mi, no se como pero esos ojos verdes provocaban diferentes sentimientos: miedo, paz, seguridad, felicidad,...
Tan solo deseaba que nunca acabara esto y que esos ojos verdes solo me miraran a mi.
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Mi destino eres tú
Umor¿Qué pasaría si dos personas que no creen en el amor, se conocieran? Kat, la chica que ves por la calle y piensas que esta loca y Alan, el chico sexy y rebelde que toda chica querría tener de novio. La primera la cual no tiene y cree no tenerla, exp...