Humo [Zen]

Capítulo 7: Realidad y fantasía

Humo, capítulo 7
Fandom: MysMe.
Pareja: Zen × MC
Generos: AU, Drama, Romance.
Autor: T.A (Shadow)
Disclaimer: Los personajes aqui presentados no son míos, pertenecen a la compañía Cheritz.  Hago uso de ellos para fines de entretenimiento, por y para fans. La imagen no me pertenece, todos los creditos a su autor.

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Era claro que tenía muchas dudas, era el segundo día que intentaba hablar con Zen, de alguna manera no podía contactarle. Entre eso hay una cosa más que le preocupa, y es que, ¿como se podría comunicar con el otro Seven? ¿Aceptaria ayudarlos?
Sabía que el plan del Zen alterno era tomar posesión del cuerpo de su amigo, lo que no sabía era el como había logrado comunicarse. Pensó en muchas posibilidades, entre esos el sueño. Su hipótesis más reciente era basada en los sueños premonitorios del albino, cosa que parecían compartir, había la posibilidad de que eso los conectare, también de que fuese una idea errada. Comenzó a escribir todo lo que le había vuelto a la mente, los sueños, la aplicación, la difunta Rika y el pobre V que yacía internado en cierto hospital mental de Busán. La música, todo podía ser un detonante, pero seguía enfocado a los sueños, siendo ahí las primeras experiencias de Zen con aquel mundo tan raro. Sonó el timbre y dió un vistazo.

— Abre, date prisa. ¡No se cuanto más pueda soportarlo! — era Zen, se veía bastante mal, ni siquiera lo pensó. Abrió la puerta dejando entrar al pobre hombre que, con apariencia desahuciada entró a la casa casí a rastras. Su aspecto tan deplorable se debía a su asqueroso color lechoso en la piel, sus ojeras que asemejaban moratones, el cabello seco y los labios casi partidos a causa de la deshidratación.

— ¿Qué te ha pasado? — preguntó el pelirrojo con horror al ver a su amigo.

— Ese tipo va a matarme — habló sin poder levantar la mirada, como pudo se sentó en el sofá, el menor parecía no salir de su shock —. Necesito que me ayudes un poco, he estado vomitando, hace unos minutos finalmente fue sangre — sus ojos se llenaron de lágrimas. Por más que quisiera dejarlas salir no saldrían.

— Llamaré a Saeran, le pediré que traiga algo de sueros y quizás algo más — se acercó y con la mirada le examinó —. ¿Has comido algo? — indagó.

— Lo he hecho, pero no logro digerirla. Siento que voy a morir — soltó una risa amarga —. Si muriera... — miro a su amigo mientras hacia la pausa —, ¿cuidarias a MC por mi?

— No seas idiota — apretó los puños con impotencia, por primera vez no sabía que hacer. Estaba fuera del alcance para él —. Es tu novia, debes cuidarla tu. Ella me odiaria si algo te pasa, se supone que eres más optimista — le regaño mientras sacaba su móvil, se giró y se alejó. Posteriormente hablaría con su hermano menor, al menos eso intuyó.

Cada minuto podía ser el último para él, Seven comenzaba a pensar que sería buena idea contar el suceso a MC, prepararla para la situación era lo mejor, Saeran lo sabría pronto.

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MC caminaba por la calle mirando las tiendas de ropa, sin duda el camino a casa podía ser divertido, lo sería más si no fuese por la decadencia en su relación amorosa. Hacia unos meses cuando su amado le daba palabras dulces y, para que mentir, noches apasionadas, ahora no recibía mucho de él, al menos no con la frecuencia de antes.
Siguió caminando mirando los aparadores de ropa de temporada, dió un suspiro y decidió entrar a una de las tiendas, quizás ver la ropa podría distraerla un rato. Tan ensimismada estaba que no reparó en el tipo de ropa que despachaban.

— ¡Qué linda! — se acercó una dependiente, tan guapa se veía, su maquillaje se veía muy natural, seguro había tardado horas en ello para lucir tan fresca —. ¿Le gustaría probarse el vestido? — preguntó la mujer, entonces la castaña puso más atención a la prenda, sus ojos marrones se abrieron en sorpresa, también sus labios siguieron esta acción, aunque después mostraron una sonrisa amable.