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Testimonio de una persona con depresión

"La luz entra por las rendijas de la persiana, el despertador ha sonado, sé que es miércoles y que debo levantarme pero no puedo.... Me invade un terrible cansancio, tristeza, malestar. Siento dolor pero no sé donde, es todo y nada. Confusión. Sé que debo ir a trabajar pero sólo la idea de enfrentarme a la ducha desata una terrible presión en mi pecho, mi corazón se agita, me cuesta respirar, siento un desasosiego que no puedo parar...No he dormido bien...todo se presenta oscuro. No tengo ganas de nada. Ni de nadie. Me pregunto qué sentido tiene seguir,...Para qué levantarme, todo está mal, todo va mal, no puedo.... Este pensamiento me persigue todo el día...No quiero vestirme, ni ver a nadie, porque aunque les quiero y sé que me quieren, no puedo...no quiero que sufran, que me vean así...¿Cómo he llegado hasta aquí? ¿Qué me pasa? Creía que era una persona fuerte...Siempre he luchado con todo, por todo, consiguiendo mis propósitos y ahora qué me pasa...no puedo. Mi cerebro sólo piensa en esto.

Lloro, no tengo ganas ni de mirarme en el espejo,...estoy cansada....y sigo llorando. No tengo hambre...El estómago lo tengo cerrado,....Llevo días así. Parece como si el mundo funcionara a otra velocidad. Me siento ajena a la realidad. Cuando consigo ducharme y vestirme salgo a la calle. Me cuesta andar. El ritmo de mi entorno resulta rápido, demasiado rápido. Es como si estuviera fuera de esta película en la que estoy viviendo. No soporto cruzarme con gente conocida. Evito los encuentros. Quiero estar sóla, cerrada, conmigo misma...No tengo ilusión por nada ni nadie...

Busco y elijo estar sóla. Quiero estar tranquila, me siento muy sensible, todo me afecta...incluso aquella noticia que escucho mientras paso cerca de una televisión,....todo cobra otra dimensión.

Por fin encuentro un espacio de paz. Es invierno, pero en un rincón del terrado de mi casa no hace frío, no pasa aire, puedo estar sóla, tranquila y con el calor del sol. El sol, único testigo de mi dolor. Alguién que me da calor, me reconforta, y no me pregunta, ni me juzga....



así se siente tener depresión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora