<pre style="line-height: 21.299999237060547px; white-space: normal; font-family: 'Segoe UI', 'Segoe UI Web Regular', 'Segoe UI Symbol', 'Helvetica Neue', 'BBAlpha Sans', 'S60 Sans', Arial, sans-serif; color: #444444; font-size: 15px; text-align: start;">Después de un trayecto de veinte minutos en tren, llegamos a nuestro destino. Tuvimos qué ir hasta el centro de la ciudad para que Alba se hiciera un pircing nuevo, ya que la pobre tiene una pequeña obsesión con tener la oreja igual que las chicas de las fotos de Tumblr.
No me gustaba mucho ir al centro de la ciudad, porque siempre había mucha gente, y perderse era fácil. Pero como siempre, mis amigas me convencieron para ir.
Llegamos a la tienda de tatuajes donde Alba se iba a hacer el pendiente. Era una tienda pequeña, y bastante oscura para mi gusto. Al entrar sonaron unas campanillas, las típicas campanillas que hay en la entrada de las tiendas. La chica que estaba en la entrada detrás del mostrador, era pelirroja de ojos verdes, y para mi gusto demasiado delgada y con muy poca ropa, sinceramente no me fijé en sus pechos e igualmente los vi. La pelirroja se acercó a nosotras, y en ese instante gracias a un pequeño cartelito colocado en su pecho derecho, pude saber cual era el nombre de la chica, Sainy.
- Hola chicas mi nombre es Sainy, ¿tenéis cita previa, o venís a solicitarla?
- En realidad, ya tenemos cita.
- ¿Las tres?
- No sólo yo -dijo Alba a la pelirroja -Pero me preguntaba si ellas también podrían pasar...
- Claro -de la boca de Alba salió un suspiro, porque aunque no lo reconozca ella nos quería aquí porque estaba realmente nerviosa -Clark os atenderá en cuanto termine con el otro cliente. Mientras, tomad asiento.
- Vale gracias -dijimos las tres al unísono mientras nos girábamos en dirección a los asientos de espera.
_=_=_
- ¿Por casualidad no habrá aquí una máquina expendedora con agua no?- llevábamos ya un rato esperando, y hacía mucho calor, realmente necesitaba beber algo sí no quería morir deshidrata.
- Em yo creo que te va a tocar esperar... Porque nos va a tocar ya- Marta me informa.
- Pero es que lo necesito en serio, me voy a morir deshidratada...
- ¡Tío bueno a las nueve en punto! -me interrumpe Marta.
En cuestión de segundos todas habíamos girado nuestras cabezas hacia la izquierda. El chico salía por la puerta, y por lo que se veía había venido a tatuar su brazo. El chico era muy guapo, tenía los ojos verdes, un verde muy profundo y llamativo; y su pelo era rizado, con lindos mechones cayendo por su frente, y en momentos tapando sus preciosos ojos.
- Sainy guapa, me voy ya -el chico se acerca a la recepcionista, la cuál le está mirando con los mismos ojos que mis amigas y yo.
- ¿Tan pronto? Había pensado que podíamos ir a dar una vuelta, y luego a cenar en mi apartamento... -la chica suena desesperada, cosa que me hace reír, pero en alto, muy alto, tan alto que provoco que el chico del tatuaje se dé la vuelta y me mire.
- En fin... -exclama el chico del tatuaje y se vuelve de nuevo a la pelirroja -Es una gran oferta nena... Pero tengo cosas que hacer, así que me voy -él se gira otra vez, encontrándose con mis ojos, pero los aparta y los pone en los rostros de mis amigas- Hasta luego.
El chico del tatuaje se dirige hacia la puerta, pero es parado por la pelirroja de nuevo. ¿Enserio esta chica no se daba cuenta de las indirectas?
- Harry, por sí no te veo pronto... -¿Así que su nombre es Harry eh? La pelirroja le tiende un papel en la mano y el lo acepta.
- Tú bien sabes que volveré pronto por aquí.
- ¿Cuándo? -Sainy insiste, otra vez.
- Cuando necesite un tatuaje nuevo... -Harry la informa -Bueno me voy... Adiós.
En ese instante el chico desaparece por la puerta, y mis ganas de beber agua vuelven, pero ahora están más intensificadas.
- Chicas...
- Paula vete a buscar una tienda de alimentación y compras agua o lo que quieras comprar, pero vete ya porque voy a pasar en breve.
- Vale, vale. Muchas gracias enseguida vuelvo -Me levantó literalmente muy rápido y empiezo a correr hasta la puerta.
Las ganas de correr se intensifican cuando me fijo en las calles de esta zona de la ciudad. Tengo miedo de que me pase algo.
Sin hacer caso a mis pensamientos comienzo a andar por una calle (la que para mi gusto era la menos aterradora).
Decido ir por la sombra, porque estamos a finales de agosto, y hace un poco de calor.
Después de recorrer unas callejuelas más, me encuentro con la ansiada tienda de alimentación. Entro compro mi botella de agua, y salgo. En la salida, me paro, y saco mi móvil para mandarles a Alba y a Marta un mensaje diciéndolas que ya tenía mi botella de agua, y que volvería ya.
Cuando las he mandado el mensaje, escucho unas pisadas detrás mía, por lo que me giro.
Me recorre un escalofrío por la espalda, cuando veo que detrás mía, hay un hombre empuñando una cacerola.
Cuando mis ojos se fijan en la cacerola, el hombre se da cuenta y la baja, entonces mis instintos de correr llegan y disimuladamente comienzo a correr, pero en esta carrera no soy la única participante, porque me giro y veo que el hombre me intenta alcanzar.
El miedo cubre cada célula de mi cuerpo, por lo que corro y corro cada vez más. Me giro y el hombre sigue ahí persiguiéndome.
En el instante en el que vuelvo mi cuerpo hacia el frente de nuevo mientras corro, unos brazos me atrapan metiéndome dentro de un callejón.
Pone una mano en mi boca, y la otra está sujetando mis brazos para que no escape.
Comienzo a forcejear, y a intentar darle alguna que otra patada. En uno de esos intentos le doy y se queja, pero en vez de soltarme me agarra más fuerte y me gira permitiendo verle el rostro.
- Mira, te estoy intentando ayudar, pero si no pones de tu parte, y me vuelves a dar una patada, juro por mi vida que te entrego a ese hombre -en el momento en el que escucho esa voz grabe, miro a sus ojos para asegurarme de que no estoy equivocada sobre quién es la persona que me está agarrando.
- Creo que ya sabes mi nombre, pero yo no sé el tuyo -el chico continúa hablando -Pero por sí acaso... Hola mi nombre es Harry Styles.</pre>