El Principio De Todo

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Ángel, me llamo... Solía ser un chico muy tímido, atrapado en realidades constantes que cualquier cosa en aquellos días derrumbaban el castillo de felicidad que me cargaba.

Porque si, fui alguien que sonreía mucho pero eso no siempre tiene porque ser exacto, me refiero a que solía pretender ser feliz por más cosas que quisiera preguntarle a los demás o así.

En fin, un día...
Una chamarra que cargaba Andrés, de Totoró por cierto, y que al verla me somprendi, pregunte
- ¿de quién es?-,
- De nadie... Ah no si, de amanda. Aquella chica del fondo -...
-¿Amanda?-.
Fijé mi mirada en el fondo del salón y efectivamente, ella parecía una amanda.
Quise hablarle pero me paso lo de siempre, nunca me importa mucho hablarle a alguien, puedo hacerlo después.
Y nunca más le termino hablando, era muy fácil para mi.

Pero, ¿odiaba eso?,
La verdad no
Siempre me sentía impotente al hablar con alguien nuevo y no me gustaba o no me atrevía, así que pase de eso,
y lo hacía con mucha gente, todo el tiempo,
era a estas alturas una costumbre.

Así que no le hable, pasaron los días, no tenían nada, nada de interesante.
Y un día,
entre a un salón para compartir clase con otro grupo, recuerdo que nosotros íbamos a el salón de otros chicos, y en esa ocasión, vi escrito en la pizarra al entrar un dibujo muy lindo y que decía "katia no estuvo aquí".

No sabía lo que significaba completamente,
pero era algo digno de apreciar, entonces camine hacia mi lugar, Andrés(mi amigo)
empezó a charlar con algunas chicas de ese salón, yo estaba escuchando música

- Oceans de Seafret-.

Cuando una voz, alumbraba el salón con unas palabras
- "¿Cómo te llamas?".

Obviamente se lo había preguntado a Andrés,
parecía que se incluiría en ese grupo de amigas.
Pero esa voz, proveniente de quien parecía ser "Katia"
Despertó... Algo en mi en el mismo momento en que terminó de hablar.

¿Por qué?, solo había hecho una simple pregunta.

Pero bueno, recuerdo que al estar en ese salón, fue completamente diferente a todos mis días hasta salir de él, durante un intervalo de 5 minutos.

Otro día, jugando con Andrés, le arrebate la chamarra de Totoro, para que llegara Amanda reclamándola,
se la solté en la cara y me escupió:
- "Le voy a hablar a la dueña" -
Me sorprendí pues pensé que ella era la auténtica dueña.
Gritó
- "¡Kenia!"-
Y entonces se acerco alguien, con mirada baja, sus manos sosteniendo la parte de la manga del suéter contra si, falda un poco corta y sin el chaleco colegial, y por supuesto, su pelo tono chocolate que tanto llamó mi atención, ¿un simple pelo basto para llamar mi atención?, Como no iba a llamar mi atención, si ese pelo era como ninguno otro.

Me arrebato el suéter Andrés y entonces "Kenia" que creía era su segundo nombre o su apodo, lo tomó y se fue.

Todo momento pensaba en esos 5 segundos, hasta el siguiente día de clases.

Solo podía observarla de lejos, eran los momentos más melancólicos que he tenido en mi vida,
y todos tenían en común,
que al empezar a verla, eso se convertía en melancolía pura.

Y entiendo que ella todavía no es nada, no es nada en mi vida para ese momento.

¿Detrás de la luna?. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora