Después de haber pasado por toda esa dificultad, llegaron las vacaciones las cuales no querían dejar de que hablar, Paulo estaba en su habitación, cuando de repente el ambiente cambio, millones de nubes negras se posaron sobre el cielo, no tardó mucho para que cayera la primera gota, así estuvo durante mucho tiempo lloviendo sin parar, con las calles inundadas, Paulo no podía hacer nada, más que quedarse en su casa y ver las gotas caer, se sentía muy aburrido, por lo que empezó a recordar todo lo que hizo.
Cómo cuando tocaba un concierto con su piano invisible que hacía reír a sus amigos, cuando invento una clase imaginaria con su amigo, o cuando jugaron bajo la lluvia como el día de hoy o cuando era el fotógrafo de la maestra en las exposiciones del minimuseo que hicieron en su escuela, cuando dió su primer beso, o cuando en navidad ayudó a decorar todo y quedó muy bonito, se sentía fenomenal en esos momentos.
Después de recordar todo esto lloró como nunca, lo perdería todo, no creía volver a ver a sus amigos pero aún así sabía que con la inteligencia que él tenía podía volver a ser el mejor y dejar con la boca abierta a los demás, no lo sentía muy mal ya que para el sería un nuevo reto y el secreto que guardaba ya no existiría, se rompería y podría ser muchísimo mejor de lo que era ahora.
Tenía un nuevo reto algo más nuevo que lo haría valorar lo que es y resolver problemas no solo matemáticos o lógicos escritos, si no también cosas fuera de eso, cosas que no tenían que ver con eso, y lo que se aproximaba que él no sabía que le iba a pasar, sería mejor que nunca, el desafio que enfrentaría sería de lo mejor.
De la nada se durmió, y al despertar ya había parado la lluvia, se sentía muy bien al haber reflexionado.

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Tijeras y Pegamento
No FicciónLa vida de Paulo después de dar muchas vueltas muy buenas y un poco divertidas, sus padres deciden parar esta adrenalina, al estar inscrito en una escuela muy lejana a su hogar, deciden cambiarlo a una escuela más cercana, lo que con lleva a una nue...