-Bien, el viaje va bien hija, no te preocupes- respondió Gerard
- Lucy? Ella está...- observó por un momento a la joven, quien se encontraba en el asiento de atrás del auto, mirando hacia la ventana
- Pensando en su novio- bromeó en voz baja
- No es verdad mamá!- contestó enfadada
- Te llamo luego, estamos por llegar a la cabaña, adiós, cuídate- se despidió mientras colgaba el teléfono.La cabaña parecía ser de una madera, ya vieja, pero bastante resistente, con dos ventanas bastante anchas y una alcoba. Para cualquier adolescente común, una cabaña en el bosque, sin televisión, ni amigos cerca, y peor aún, sin internet, sería una pesadilla, pero para Lucy era un parque de diversiones, podría explorar por el bosque y hallar nuevos animales que tanto le fascinaban y que no tenía la posibilidad de ver muy seguido en la ciudad donde se alojaba.
Lucy y su abuelo bajaron del automóvil para desempacar sus cosas.
- Espera abuelo, yo te ayudo con eso- se ofreció; mientras transportaba las maletas de su abuelo, al levantar la vista hacia los árboles que se hallaban a unos metros, logró ver de reojo una sombra que se movía
- Oye... Haz visto eso?- preguntó a Gerard, pero éste la miró y negó con la cabeza
- Deben ser los ciervos, andan cerca de aquí- dijo Gerard, Lucy lo dejó pasar y continuó con su tarea.Luego de unas horas de desempacar, y de descansar un rato, Lucy le rogó a su abuelo poder ir a explorar por el bosque
- Por favor, solo un rato- suplicó la joven
- Bien, bien, pero vuelve al rato que ya va a anochecer, y si te encuentras algún animal peligroso, llámame y regresa de inmediato - respondió Gerard, Lucy sonrió, le dió un beso en la mejilla a su abuelo y salió corriendo entre toda la cantidad de árboles
- No regreses tarde!- gritó GerardEl cielo estaba oscuro y las estrellas se divisaban borrosamente en él. Lucy paseó un largo rato de aquí por allá, pero no lograba ver animales en ningún lado
- No puede ser, dónde estarán?- se preguntó apenada, logró ver un pequeño río, se acercó y se sentó en la orilla
- Todo está muy calmado, casi me dan ganas de dor...-
- Ve a la cabaña ahora- La despertó una voz proveniente de ningún lugar
- Qué? Quién eres y qué quieres?!- preguntó enfadada la joven, observó a todo su alrededor pero no pudo ver nada, inmediatamente un grito se escuchó cerca del camino hacia la cabaña, Lucy, alarmada, salió corriendo hacia el lugar.
Al llegar, agitada, se encontró con que la puerta de la cabaña estaba abierta
- Abuelo! Estás ahí? - gritó Lucy, pero nadie le respondía, por lo cual decidió entrar. En una esquina de la cabaña estaba tirado su abuelo, sangrando, con una herida que parecía ser un gigantesco rasguño a su costado
- Vete, coge el teléfono y busca ayuda- dijo dificultosamente Gerard, sin apenas darle tiempo de preguntar a Lucy; un estruendo se escuchó desde la cocina, y un oso pardo enorme salió de ella, Lucy gritó del susto, ahora el oso estaba alterado y gruñía furiosamente.
Gerard se levantó con las pocas fuerzas que tenía
- Vete ya!- gritó su abuelo, Lucy, en pánico, no supo cómo reaccionar y salió corriendo del lugar, corrió lo más rápido que pudo, pero en la dirección en la que iba se encontraría con un acantilado, al verlo la joven tropezó torpemente, cayendo casi al borde de éste. Al levantar la vista hacia adelante pudo divisar a lo lejos al oso acercarse hacia ella, y a su abuelo en el suelo, que no parecía moverse
- No!- gritó con lágrimas en los ojos, intentado levantarse rápidamente para ir hacia el lugar donde se encontraba, pero era demasiado tarde, y el oso estaba solo a unos pasos de ella.
A medida que el oso avanzaba Lucy se acercaba cada vez más al borde, hasta el punto de ya no poder moverse, la joven se arrepintió profundamente de haber salido de la cabaña, pero unos segundos antes de que el oso pudiera tocar a Lucy, ella escuchó un susurro proveniente de sus espaldas
- Salta...- dijo la voz
Al ser su última opción, Lucy obedeció y se dejó caer...- Uh... - Al no sentir una caída estruendosa, Lucy abrió los ojos lentamente
-... Ah?- la joven no sabía cómo reaccionar, pero al momento de hacerlo, soltó un sonoro grito
- Dónde?!... Qué?!... Qué es esto?!- preguntó confusa, tal parecía que se encontraba encima de la espalda de alguien... volando
- Esto es un sueño?...- Al terminar de decir la oración se desmayó....
- Ya te encontré - dijo la persona que cargaba a Lucy en sus espaldas.
Llegaste hasta aquí ? Muchas gracias por darle oportunidad a esta pequeña historia ^^,
Si te interesa la historia y quieres leer más lo único que pido es una estrellita, y si quieres deja una opinión en los comentarios.
Sin más que decir, me despido por ahora, adiós :)
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Common Days.
Fantasy"¿Qué nos separa, a los mortales, de los ángeles? " ... Una misión encomendada a un mensajero de Dios atrapará accidentalmente a nuestra protagonista en ella.