Una suave brisa acarició el rostro de Lucy, la joven abrió los ojos lentamente.
-- ¿Abuelo?...-- preguntó confusa, con la esperanza de que todo haya resultado en un mal sueño.
Sin embargo, al despabilarse, pudo sentir el pasto húmedo en sus rodillas, aún se encontraba en el bosque, pero era diferente, pues en ésta zona, en la que se encontraba, sí habían animales, quienes merodeaban de aquí por allá.
Al momento de levantarse, divisó a alguien acostado en lo que parecía ser una manta a pocos pasos de ella, decidió acercarse para ver mejor, más al hacerlo, notó algo...
-- ¡Abuelo!-- gritó, se arrodilló frente a él desesperadamente, su herida estaba vendada con lo que parecía ser un trozo de tela de seda. Se escuchó un ruido sorpresivo que asustó a Lucy, pero el provenir del ruido era de la boca de Gerard, estaba roncando, la joven dio por hecho que se encontraba bien y soltó un suspiro de alivio.
-- ¿Cómo llegamos aquí? Mi mente está borrosa ...-- se preguntó, intentando recordar
-- Yo los traje -- respondió una voz a sus espaldas, inmediatamente Lucy volteó para distinguir la voz que se le hacía tan familiar
Se trataba de un muchacho, vestido con prendas simples de color claro, y cabello largo aparentemente teñido de blanco. El aspecto de el chico le extrañó mucho a Lucy, pero lo que más la alarmó eran sus manos, manchadas de un color carmesí.
-- ¡¿Quién eres y qué quieres?!-- inquirió Lucy en un tono enfadado apuntando con lo primero que tuvo a la vista, una pequeña roca
-- Oye niña, no te alteres, no te voy a hacer daño-- exclamó, su voz grave y seria hacían parecer lo contrario a lo que decía
-- No te muevas -- amenazó la joven, provocando que el muchacho retrocediera y levantara sus brazos, algo cayó al suelo, Lucy lanzó otra mirada hacia sus manos, y luego hacia el pasto y se tranquilizó un poco al notar que el rojo en sus manos era debido a las fresas que cargaba con él, el muchacho suspiró y puso un gesto de cansancio.
-- ¿Ya puedo moverme?-- preguntó serenamente el chico
-- Responde a mis preguntas -- ordenó Lucy, al instante de terminar la oración Gerard se movió, queriendo despertarse , el muchacho se alarmó.
-- Basta de juegos niña, tenenos que irnos de aquí -- dispuso el joven, bajó sus brazos y caminó hacia el anciano. Lucy, sin saber qué hacer, le arrojó la piedra, pero no le provocó ningún tipo de daño al chico, debido a esto se detuvo frente a él, con intenciones de una lucha, pero el muchacho la tomó de la cintura y cargó sobre sus hombros cual costal de patatas.
-- ¡No toques a mi abuelo, fenómeno!-- insistió, golpeando la espalda del chico, mientras lo hacía sus manos tocaron una especie de plumaje de color blanco, en la forma en la que estaba no podía distinguirlo muy bien, pero parecían ser grandes alas en su espalda; el muchacho tomó a Gerard y lo recostó con cuidado en su otro hombro, desplegó lentamente sus alas, quitándole la visión de lo que estaba pasando a Lucy, aleteó suavemente, y se elevó hacia el cielo, unos segundos después se encontraban por encima del suelo, flotando.
-- ¿Esto es una broma, verdad?-- preguntó para sus adentros Lucy, quien minutos antes estaba en estado de Shock.
-- No te aseguraré nada, pero te pediré que no grites otra vez, me dejaste sordo ayer-- suplicó el muchacho.
Mientras volaban por el cielo, con un rumbo desconocido, Lucy debatía con su mente para darle una explicación a todo lo que pasaba, y Gerard dormía pacíficamente al otro lado.
-- Me llamo Drop- comentó el muchacho, luego de tantos minutos en silencio
-- Ya habrá más tiempo para explicar lo que está ocurriendo,pero por ahora quiero que sepas que no quiero hacerles ningún daño -- agregó Drop, Lucy no confiaba aún en aquel extraño chico, pero con todo lo que había pasado hasta ahora no tenía demasiadas opciones. Agotada, se quedo accidentalmente dormida nuevamente en los hombros de él
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Common Days.
Fantasi"¿Qué nos separa, a los mortales, de los ángeles? " ... Una misión encomendada a un mensajero de Dios atrapará accidentalmente a nuestra protagonista en ella.