La camisa de la discordia
*Desaliñado, sucio, y algo estupido.
Esa fue sin duda la primera impresión que había tenido Xiao sobre el castaño que estaba frente a él con una sonrisa algo forzada. Y fue ahí cuando las palabras de su madre cobraron sentido “No todo los lugares son para todo el mundo” y sin duda ese lugar no era el lugar en donde ese chico debía estar. Sobre todo porque aparte de estar despeinado, estaba sucio.Los ojos grises del asiático lo estudiaron de pies a cabeza y justo cuando su mirada dio con un punto rojo en el centro de la camisa del otro, Xiao no pudo evitar hacer un gesto de desagrado ante aquello. ¿En serio vino así a uno de los museos más costosos y visitados de todo el país?
-Estas sucio -Dijo señalando la mancha (más que obvia) en la vieja y descolorida camisa.
A leguas se notaba que en sus inicios aquella camisa era blanca pero por cosas de la vida (higiene, mala lavanderia) ahora tenía un raro color que hacía a cualquiera cuestionarse sobre el verdadero color de ésta.
-Es blanca -confirmó el castaño al notar la mirada confundida del otro chico.
Esas fueron las únicas dos palabras que se había dicho durante casi 1 hora, tanto Xiao como Liam estaban en silencio uno junto al otro mientras la excursión avanzaba. Al contrario de los demás que a veces discutían o socializan, aquellos dos muchachos no hacian ninguna de las dos cosas antes mencionadas.Siempre que tenia la oportunidad o tiempo para hacerlo Liam estudiaba brevemente al muchacho que tenia de compañero. Y si, aquel muchacho era realmente apuesto
Su cabello ondulado cuidadosamente peinado hacia atrás era de un negro azabache llamativo que le daban un aspecto formal y bastante serio, poseía una nariz recta bien definida que encajaba con su rostro casi perfecto ante los demás, sus ojos rasgados o achinados tenían un color gris oscuro bastantes exóticos que cautivan con solo verlos, en cambio su mirada fría e inexpresiva hacían a cualquiera sentir que le estaba desnudando el Alma por el modo meticuloso que tenia al observar a alguien.
Su piel era nivea y le daba un aspecto delicado semejante a la porcelana, un factor que chocaba con su gran presencia puesto a que era bastante alto, además de que su cuerpo era de complexión atlética que tiraba a lo normal, ni musculoso, ni muy delgado, simplemente PERFECTO. Sin duda entre todos en la excursión aquel chico ocupaba el número 1 en cuanto a belleza física se trataba.-¿Le gusta lo que está viendo? - Se burló tras sentir los ojos del castaño clavados sobre él.
Aquellas palabras hicieron que Liam se ruborizara y apartara el rostro torpemente algo que provocó una sonrisa divertida por parte del pelinegro.
-No me dijo su nombre - Hablo nuevamente Xiao, quien aún seguía sin entender el porqué aquello le interesaba.
-Liam -Susurro en un tono poco audible -Bill
-¿Lili? - La mirada gris de Xiao está vez ya no era de frialdad más bien reflejaban cierta curiosidad apenas notoria.
-Liam -habló más alto.
-Ah... Liam - repitió como para recordarlo. -Bueno Liam... llevas el uniforme sucio. -Dijo nuevamente, esta vez señalando la mancha.
Todo iba tan bien hasta que tuvo que decir aquella tontería, si sabia que estaba sucio el uniforme ¡Él mismo se lo había puesto! Pero no era como si tuviera elección, era eso, o usar la camisa ajustada de su hermana, y eso es algo que atentaba contra el honor del castaño.
-Gracias por el dato, no lo había notado- respondió en un muy marcado tono sarcástico.
Si habían cosas que Liam no toleraba sin duda eran:
1- La gente creída
2- Xiao
Bueno ambas cosas eran exactamente lo mismo, pero igual quería resaltar aquellos dos puntos. Quizá Xiao era como Vanessa, justo del tipo de persona con una exagerada belleza física pero cargada de veneno hasta en el aire que exhalaba.
-Bien, todos ya saben cuales son sus respectivas parejas, ahora necesitamos que hagan un trabajo en equipo de todo lo aprendido hoy - Pidió la maestra una vez acabado el 1er recorrido.
Si había algo que Liam no deseaba era estar de pareja con Xiao, aquel chico tenia algo que no le estaba gustando, y ese algo era la habilidad de ponerlo nervioso y hacer que tuviera dudas sobre su sexualidad cuando sus miradas se encontraban.
Y no solo eso, sino que Xiao parecía ser de esos chicos pesados que se creían “los más listos” y sin duda él estaba en contra de eso.Liam levantó la mano varias veces llamando así tanto la atención de la maestra como de sus demás compañeros. -¿Que desea señor Bill? -pregunto la docente quien ya parecía saber lo que iba a pedir.
-¿Será que se puede cambiar de compañero? -su dedo señaló a Xiao como si de algún modo pudiese borrarlo del lugar.
-No señor Liam, a menos que alguien desee cambiar con usted...
-“Yo quiero”
-“Elígeme a mi”
-“Yo con gusto ”
La mayoría de chicas de ambos institutos pedían a gritos cambiar de pareja tras escuchar la petición de Liam. Y no porque estas desearán ser compañeras de Liam, no, no, no, más bien querían estar junto al apuesto chico asiático que apenas se inmutó ante la petición del contrario.
-¿Quieren hacer equipo con el señor Bill? -Las interrogó la maestra algo confundida
-¡No! ¡yo quiero a Xiao T Su -Dijeron casi al unísono.
-Desea cambiar señor T Su? -Esta vez quien había hecho la pregunta eran un maestro de la academia Jesús. -¿Desea cambiar de compañero? -pregunto nuevamente.