LA HABITACIÓN BLANCA

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HE LEÍDO más libros que tú. Por muchos que hayas leído, yo he leído más,m. Créeme. He tenido tiempo para hacerlo.
     En mi habitación blanca de paredes blancas, con estanterías de un blanco reluciente, los libros le dan la única nota de color.
Son todos nuevos, de tapa dura; los de bolsillo, usados y llenos de gérmenes, no son para mí. Los míos llegan desde afuera, esterilizados y envasados al vacío de bolsas transparentes. Me gustaría ver la máquina que los envuelve así. Me los imagino avanzando por una cinta transportadora blanca hacia un centro de manipulado también blanco, donde unos brazos robóticos los sacuden, los frotan y los rocían con sustancias desinfectantes hasta que están lo bastante limpios para que yo los pueda tocar. Cada vez que me llega un libro nuevo, lo primero que hago es quitarle el envoltorio, un proceso en el que siempre intervienen unas tijeras y alguna que otra uña rota. Lo segundo que hago es escribir mi nombre en la primera página, donde suele venir el título.

PROPIEDAD de Madeline Whittier

No sé por qué lo hago. Además de mí, aquí solo entran mi madre, que nunca lee, y Carla, mi enfermera, que no tiene tiempo para leer porque se pasa todo el día vigilando cómo respiro. Apenas vienen visitas, así que no hay nadie a quien pueda prestarle mis libros; nadie a quien necesite recordarle que ese libro olvidado que tiene en la estantería de su casa me pertenece a mí.

RECOMPENSA POR ENCONTRAR ESE LIBRO
EN CASA DE EXTRAVÍO
(marcar los puntos pertinentes):

Esta es la sección que más tardo en completar, y hago una nueva para cada libro. A veces, las recompensas son muy originales:
º Ir de picnic conmigo (Madeline) a una pradera llena de polen de amapolas, lirios en infinitos dientes de león bajo un cielo azul de verano.
º Tomar el té conmigo (Madeline) en un faro situado en medio del océano Atlántico, en pleno huracán.
o Bucear conmigo (Madeline) en las costas de la isla Molokini para ver el pez nacional de Hawái, llamado Humuhumunukunukuapua'a.

Otras veces, las recompensas no son tan originales: º Visitar conmigo (Madeline) una librería de segunda mano

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Otras veces, las recompensas no son tan originales:
º Visitar conmigo (Madeline) una librería de segunda mano.
º Pasear conmigo (Madeline) hasta la esquina del edificio y volver.
º Hablar conmigo (Madeline) cara a cara en el sofá blanco de mi habitación blanca.

Otras, la recompensa es simplemente:
º Yo (Madeline)

¿ES CIERTO QUE EL AMOR CAMBIO TODO?    Donde viven las historias. Descúbrelo ahora