Desde que te perdí o tú a mí, la verdad es que ya no recuerdo pues hace tiempo de eso, he dejado de frecuentar nuestros lugares, aquellos en dónde se quedó impregnada la escencia de nuestras bromas, risas, abrazos y palabras, pues me dolía ver tu fantasma sentado en nuestra mesa de la esquina, acostado sobre la hierba, sobre el sillón mullido o incluso en la banca frente a la fuente, he dejado de escuchar aquella playlist que me compartías a causa del dolor que me producía por el horrible acto que cometí.
También he dejado de ir a lugares nuevos, ya que siempre pienso en nuestros planes hechos a futuro y como estos dejaron de existir cuando me alejé de ti.
Desde que te perdí no he dejado de pensar en que ha sido una enorme equivocación de mi parte el dejarte ir, en como me gustaría arreglarlo y que no sé por dónde empezar. Pienso en lo mala que soy para decirte lo que pienso y siento, pues creí que tú no soportarías la verdad, y preferí perderte a decírtela, no espero que entiendas que el daño que te hice fue por cobardía, pues estarías acusándome de un agravio que no cometí, y si así lo fuera escúchame una última vez más.
Desde que te perdí cada noche pienso en ti, en lo bueno y malo, a veces no puedo dormir de tan sólo lamentar en que no te volveré a oír, sentir, ver y que no importa lo que yo haga, el daño esta ahí. No espero que me perdones, mucho menos que comprendas, sólo el simple hecho de escuchar mis palabras llenas de las razones que estuviste esperando.
27/Mayo/2019
