1

30 2 0
                                    

Yoonji es mi hermana gemela. O así es como siempre la llamo cuando alguien me pregunta porque me parece más "normal" decir eso a la verdad.

Para que me entiendan mejor, no puedo ir por la vida diciendo: "Ah ella es mi otra personalidad, que a veces le apetece apoderarse de mi cuerpo y me obliga a travestirme"

No, no puedo ¿Verdad? Solo las personas más allegadas y de mayor confianza saben sobre esto.

Aún recuerdo cuando el "matasanos" me diagnosticó con personalidad múltiple y como mis padres se aterraron con la idea de tener un hijo "Loco". Sigo riéndome de la absurda palabrería y de todo el tratamiento que debería seguir para poder ser un niño "Normal" que logre adaptarse a la sociedad sin problemas. De por sí, su diagnóstico estaba mal porque no tengo personalidad múltiple, más bien, tengo doble personalidad o un lado femenino un tanto más desarrollado que el resto.

Si mal no recuerdo, la primera vez que tuve un "Episodio Yoonji"Como yo les llamo— fue cuando tenía nueve. En realidad, fue muy gracioso porque fue justo en navidad en casa de mis tíos y con lo anticuados y homofóbicos que eran mis abuelos, casi se infartan al verme vestido con la ropa de mi prima y una peluca trucha de Hannah Montana.

A partir de allí, los episodios fueron repitiéndose y luego del diagnóstico, mis padres decidieron enviarme al extranjero para que me trataran por los mejores especialistas o para ocultar a su hijo desquiciado.

Para ser sinceros, esos especialistas no me ayudaron en nada. Yoonji siguió igual o más presente que antes y me acostumbre a ello. Incluso teníamos un método de comunicación en el que ambos escribimos un diario compartiendo que es lo que hicimos en el día y a pesar de lo raro que suena, ayuda mucho a la hora de no perder el hilo de nuestras vidas. Ambos vivimos vidas diferentes, nos gustan cosas diferentes, pero debemos compartir un cuerpo y nos adaptamos a ello, entonces...

¿Por qué iba a tratar de eliminar algo que ya era tan parte de mí?

Los psiquiatras me habían dicho que era malo el cederle tanto a Yoonji. Ellos creían que el darle tantas comodidades— Como cederle la mitad de mi armario para su ropa y pelucas o un celular— y facilitarle el tomar el control en algún momento me jugaría en contra, pero yo no lo creía así ¿Por qué sería malo? La estaba dejando vivir...

Al cumplir la mayoría de edad mis padres se vieron obligados a dejarme volver y decidir sobre si continuar con los tratamientos, algo a lo que definitivamente le puse un alto.

Por años vivimos bien. Logré graduarme de productor musical y como mi trabajo no es precisamente presencial, y ni ella ni yo nos vemos afectados por un horario de oficina, ni de mucho contacto social, por lo que nuestro ritmo de vida compartido no era sabido por muchos. Bueno, había alguien que sí lo sabía, pero ambos sabíamos que podíamos contar con Jungkook, de hecho, se lo tomaba con gracia y muchas veces se aprovechaba de nuestra situación.

Todo parecía estar bien. Yo trabajaba desde casa, salía con Jungkook de vez en cuando, — y sospecho que Yoonji también lo hace a veces— se presentaba un "episodio Yoongi" y todo volvía a su lugar.

Solo que últimamente no me parecía así porque noto algo fuera de su lugar.

Comienzo a sospechar que Yoonji me guarda secretos...

ÁnimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora