💋 Única parte 💋

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Juego con el vaso de vidrio, el cual tiene un poco de Whisky y los cubos de hielo tintinean al moverlo.

Sonrío al barman que está atendiendo a una muchacha de cabello azul, o eso creo, la luz del antro no es la mejor.

—¿Necesitas algo más?

—Un beso tuyo.

Suelta una gran carcajada.

—No seas estúpido, Pimentel.

—Oh, vamos, Chris —bromeo, bebo un poco del trago.

Se acerca a mí, pone su rostro muy cerca al mío y susurra:

—Eres un asqueroso, hermanito —saca la lengua y se va.

Y sí, visito este lugar porque mi hermano trabaja acá, y de vez en cuando obtengo algún trago gratis.

Giro y apoyo mi espalda en la barra.

—Hola, guapo.

Me abstengo a rodar los ojos, más bien me fijo en su diente manchado de rojo.

—¡Joel!

La mujer hace una mueca de fastidio y se va.

Sonrío en grande cuando mi mejor amigo llega, dejo el vaso y palmeo su hombro en modo de saludo.

—Tu novio es un gruñón —aviso.

—¡No es cierto! —aparece Chris delante mío, dejando un casto beso en la mejilla de Zabdiel—. El pervertido que tengo por hermano quiso besar mis vírgenes labios.

—Labios que han estado alrededor del...

—¡Joel! —grita avergonzado—. Yo me voy, tengo que seguir trabajando.

Su novio besa su frente y terminamos quedando los dos. Sentándose él en la silla giratoria y yo quedando de pie.

Nadie llama mi atención hasta el momento.

La chica que lo hizo segundos antes que pidiera el trago, se está besando con otra.

No debí terminar con Esteban. Podría estar bailando con él, o en su cama.

Bebo de golpe lo que me queda, ignorando lo que dice Zabdiel.

—Hey, te estoy hablando —golpea mi brazo.

—Y yo te estoy ignorando.

Las luces no me dejan ver muy bien, pero estoy forzando mi vista para conseguir a alguien.

Nada.

Nada.

Se está besando.

Tiene novio.

Muy ebria.

Está prácticamente cogiendo con su amigo en el sofá.

Uh, lindo, pero no.

Bufo con molestia.

—Mira —señala al medio—, parece que te está dando un show privado.

Giro mi cabeza hacia donde me indica. Encontrado a un delgado chico, el cual está meneando sus caderas al compás de la música desconocida para mí.

Su mirada penetrante choca con la mía, enviando una descarga a mi pene.

Rayos.

—Ahora vuelvo.

Cuando estoy por irme, siento una presión en el brazo.

—¿Y si tiene pareja?

—¿Cuando me ha importado eso? —sonrío con malicia.

Te besaré || Joerick (OS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora