Sentimientos explosivos~ Bakugou y tu

Cumpleaños

Feliz cumpleaños a mi chico favorito!! Cada vez es mas viejo! Rayos chicas, cada vez nos enamoramos mas de el! Y claro que si, hare un especial de esto.

—Arriba!— Gritaste lanzándote al chico, te habías introducido a su casa gracias a Mitsuki la cual te había dado el permiso total de hacer todo lo que tu quisieras con su hijo siempre y cuando sea legal.

—Que pasa fea?— Dijo el abriendo los ojos para verte a ti con un gorrito de fiesta y una sonrisa tierna encima de el, mas específicamente en su abdomen.

—Feliz cumpleaños! — El chico sonrió aun adormilado y te dio un beso en los labios de una manera tierna y lenta.

—Gracias fea, no tenias porque hacer esto— El sonrió, realmente tu aun no le decías acerca de la fiesta sorpresa, pero estabas segura que para el su mejor regalo era que tu decidieses pasar todo el día con el. 

—Vamos abajo, cocine para ti, hay sushi picante con salsa de solla, ademas de que también hice estofado solo para ti, y tal vez para tus padres también, date un baño y baja.— Dijiste, el chico sonrió pícaro.

—Báñate conmigo...— Dijo el, tu sonreíste y le diste otro beso en los labios.

—Lo que desee el cumpleañero.— Dijiste sonriendo.

Solo diremos que la ducha fue intensa, y bastante caliente, dejemos lo así.

 [...]

El chico ya iba con un humor de maravilla, su chica fue lo primero que vio, y la vio muy a fondo, demasiado a fondo. 

Dejando eso de lado, por fin habían bajado los dos al comedor principal donde Mitsuki los esperaba.

—Hola linda, hola maleducado de mierda— Hablo, tu tomaste la mano del chico el cual enseguida relajo el ceño el cual estaba apunto de fruncirse.

—Estuvieron muy callados, que hicieron cochinos— Pregunto ella, tu estabas ahogándote con tu saliva mientras recordabas lo que hicieron en la ducha.

Tus mejillas se tornaron de un tono mas rojizo el cual indicaba demasiado a Mitsuki

—Bueno picaros no preguntare mas, nos vemos en la tarde tu padre y yo saldremos un momento— Dijo la mujer dándote un beso en la frente como típica mama haría, los seguiste a la entrada principal donde ambos salieron.

—Que les valla bien!— Dijiste cerrando la puerta detrás de ellos, el joven te vio alzando una ceja.

—Que pasa?— Preguntaste al ver tal expresión.

—Mis padres nunca se van en mi cumpleaños, que esta pasando?— 

—Les dije que quería pasar tiempo... a solas contigo— Dijiste sonriendo.

—Estas muy encimosa y comienza a hacer calor, algo esta raro aquí—

—Tu sabes que amo que seas un horno— Dijiste sonriendole.

El chico suspiro y volvió a el comedor principal.

—Pruebalo y dime si esta rico.—El chico sonrió al sentir tal sabor picante en su boca, en ese instante estaba seguro que era su chica, no sabia como pero ella siempre que hacia alguna comida ese sabor picante quedaba aunque sea un poco.

—Esta bueno?— Preguntaste. El chico sonrió.

—Tu lo hiciste, significa que es lo mejor que eh probado en mi vida— Dijo el. Tu sonreíste victoriosa, adorabas que te dijesen que eras buena cocinando.

[...]

—A que me trajiste?— Pregunto, el chico solo apreciaba las distintas rampas de varios tamaños.

—Dime para que te traería a un parque de patinaje?— Preguntaste con obviedad.

—Para tirarme por una rampa?— Pregunto el. Tu mirada se clavo en el de una mala manera.

—Bien ya entendí, vamos a patinar.—

—Exacto, supondré que sabes patinar a la perfección con skate... verdad?— El chico frunció el ceño, eso era una clara indicación de que no era así. 

Tu sonreíste, podrías enseñarle algo, y si caía lo podrías atrapar y manosearle el trasero (A eso se le llama estrategia).

—Vas a aprender conmigo...— Dijiste tomándole de la mano.

Sacaste un par de skates... de el espacio tiempo porque no se donde la sacaste y eso que soy la narradora y se supone que lo se todo de todos.

—Arriba, pon tu peso en un lado de el skate lo cual hará que se quede estático— Dijiste.

El chico lo intento pero prontamente el skate salio hacia un lado.

Una almohada de aire lo atrapo antes de que tocase el piso.

De paso tu le ayudaste a levantarse y tal vez... accidentalmente le tocaste un poco el trasero.

—Denuncia federal!— Grito el al sentirte tocar su trasero.

—Yo no te dije eso en la manana no seas llorón, y eso que hiciste mas que solo tocarme el trasero.— El pobre rubio cenizo chasqueo su lengua.

—Bien...—

[...]

Ya habían pasado unas tres horas, habían decidido retirarse ya que Katsuki ya tenia muy en claro como ir en skate, es un prodigio para todo.

—Pensar que yo tarde un año y medio en poder apenas hacer un salto!— Dijiste.

El chico sonrió con orgullo.

—Tube una excelente maestra... Pero no me gusta el hecho que muchos frikis raros te viesen— Dijo el.

—Venia contigo, no creo que haya alguien que me haga despegar la mirada de ti— Dijiste, el chico te abrazo de la cintura apegandote a el.

—Si como sea, vamos ya a casa, estoy cansado— Tu sonreíste.

—Claro...—Murmuraste.

El camino fue silencioso, pero al mismo tiempo muy cómodo, por alguna razón no tenían calor, a pesar que Katsuki fuese un horno siempre. 

[...]

Finalmente llegaron a la casa de Katsuki, el chico saco las llaves de su bolsillo y se apresuro a abrir la puerta.

Tu te recargaste en su espalda cansada, no era algo normal tanto cansancio, pero considerando el hecho de que todo el tiempo tu estuviste impidiendo que Katsuki cayese de el skate(Dejemos eso como un secreto)era algo normal.

El chico noto que estabas cansada y te cargo como una princesa para finalmente entrar a la casa. Esos pocos segundos que estuviste en sus brazos te bastaron para quedar profundamente dormida.

Todas las luces estaban apagadas, y prontamente se encendieron de sorpresa.

—Sorpresa Kacchan!— Gritaron todos.

El chico los miro a todos de mala manera, si despertaban a la chica los iba a sacar a patadas a todos.

Para la suerte de todos ella estaba muy cansada para despertar por una cosa así.


Si, había sido un cumpleaños perfecto, y ahora lo era aun mas, aunque el chico no lo aceptara del todo.

Definitivamente, este era el mejor cumpleaños que tuvo en toda su vida.