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─Hola Nam, ¿cómo estás?

Kim NamJoon le sonrió a JiMin como si nada, sentándose frente a él con Dae-Hyun en sus brazos, el niño sorbiendo su nariz llena de mocos, mirándolo con ojos llorosos.

─Dae-Hyun no ha mejorado mucho desde la última vez que nos vimos ─dijo NamJoon con pena en su voz ─, ya me está poniendo nervioso, ¿y si empeora, JiMin?

─Oye, tranquilo Nam ─trató de consolar JiMin poniéndose de pie ─. Vamos Dae-Hyun, ¿confías en el tío JiMin?

─Sí. ─lloriqueó Dae-Hyun dejando que JiMin le tomara en brazos.

Silenciosamente, JiMin comenzó a revisar al niño con el ceño fruncido en concentración, preguntándole dónde era que le dolía más y consultándole a NamJoon ciertas cosas. Luego de diez minutos examinando al menor, JiMin suspiró y le dijo a NamJoon que al parecer la amigdalitis de Dae-Hyun había derivado a una pequeña sinusitis bacteriana aguda.

─Tendrá que tomar antibióticos por una semana y media ─le dijo a NamJoon anotando los nombres de los remedios en la receta ─, luego lo volveré a evaluar. Ya te vas a poner mejor, Dae-hyun, y podrás corretear en el parque.

JiMin hizo amago de caminar hacía la puerta para abrirla, antes de poder hacerlo, NamJoon tomó su brazo deteniéndolo en el acto. Lo miró con una ceja enarcada por la intriga, para luego sentir su garganta seca al notar los ojos suplicantes de NamJoon.

─JiMinnie, um... ─comenzó a decir NamJoon con timidez ─, yo... te quería preguntar sobre lo que ocurrió con tu exesposo. Sé que no debo meterme, pero...

─Oh ─JiMin se removió incómodo, mordiendo su labio inferior ─. Bueno, HoSeok y yo... nos estamos dando una nueva oportunidad...

La mirada de NamJoon pareció apagarse ante las palabras de JiMin, y sin saber por qué, se sintió algo culpable. Quería que NamJoon no se hiciera ilusiones con él, que no lo esperara, pero tampoco se sentía capaz de intervenir en su corazón de esa forma porque, por mucho que quisiera que NamJoon no lo mirara de esa forma, él no podía decidir por él.

─¿Estás seguro? ─levantó la vista ante el serio tono de NamJoon ─. Tu dijiste que HoSeok ya no te amaba. Entonces, ¿estás seguro de que vale la pena darle una oportunidad a alguien que dejó de amarte?

Sabía que NamJoon no lo hacía con mala intención, que debía estar preocupado por él, que no quería verlo pasándola mal -eran, después de todo, las mismas palabras que TaeHyung y Jin le dijeron dos días atrás- ,pero eso no lo hacía más fácil.

Todo el mundo creía que HoSeok no lo merecía y puede que tuvieran razón, pero el mundo no se trataba de dar oportunidades a personas que realmente lo merezcan y quitárselas a quienes no valían la pena.

No, HoSeok no merecía que estuviera haciendo esto por él, pero JiMin lo amaba con tanta fuerza, con tanta desesperación, sentía un amor tan inmenso por él, un apego tan enorme por ese hombre, que se sentía que debía hacerlo.

Por él. Por HoSeok. Por esos ocho años que estuvieron juntos, como novios, casados, compartiendo días, semanas, meses; compartiendo sueños y anhelos; compartiendo risas, gritos y llantos.

Y HoSeok estaba poniendo de su parte, eso lo podía jurar por su vida, porque su marido lo estaba yendo a buscar todos los días, le preguntaba cómo le había ido, desayunaban y cenaban juntos, conversaban y no permitían que el silencio entre ellos se instalara. ¡Incluso habían salido dos veces el fin de semana pasado! No sólo fueron al cine y luego a cenar, sino que el día domingo decidieron ir al zoológico a ver un show de pingüinos recién inaugurado, y si bien no se besaron, hubo un silencio, a punto de fundirse en un beso, pero terminaron desviando la vista, avergonzados, como dos adolescentes en su primera cita.

Apego || [ʜᴏᴘᴇᴍɪɴ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora