Bob-El es un kryptoniano experimental que es enviado a la tierra en busca de Cal-In: Un Kryptoniano que nació siendo un psicópata. Lamentablemente cuando Bob-El llego a la tierra cayendo en el polo norte; su nave fue dañada y estuvo años con un coma...
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En un bar, Amy le invita una cerveza a su nuevo amigo Bob-El.
- ¿Entonces, de donde vienes? - le pregunto la chica sentada al frente de él.
- Yo, yo...
- "Alerta, enfriamiento extremo; bloqueo. Error, error. Estado de coma inducido activado".
- Del espacio. Algo, algo le paso a mi nave - respondió Bob-El sobándose la frente.
- ¿Entonces eres un alíen? - pregunto Amy.
- ¿Un qué? - pregunto Bob.
- Nada - respondió Amy riendo.
- Las cervezas - dijo la camarera dejando las botellas en la mesa.
Amy tomo su botella y le dio un trago.
- ¿Qué esperas? Toma - le dijo la chica sonriendo.
Bob tomo la botella y la miro con cierta desconfianza. Después de olerla hizo una mueca de disgusto.
- No te pasará nada - afirmo Amy.
Bob tomo un trago, pero al instante la escupió mientras se tomaba del cuello.
- ¿Qué clase de veneno era ese? - pregunto el kryptoniano.
- Ja, ja, ja - río Amy a carcajadas.
- No es gracioso. Mi garganta me arde - afirmo Bob-El.
Momentos después se encontraban caminando por las calles.
- Así que... ¿Vienes de otra tierra? - pregunto Amy.
- Sí, soy un centinela ah las ordenes de Jor-El. Vine en busca de al que llamas "Caín"... Pero ahora...
- ¿Te iras? - pregunto Amy.
- Yo... Antes sentía que tenia que seguir ordenes sin cuestionar... Pero ahora me siento, ¿libre? Pero no sé que quiero ser - respondió Bob.
- ¿Tienes lugar en donde dormir? - le pregunto Amy.
- No - respondió Bob.
Amy lo pensó un poco.
- Ven a mi casa, tengo un cuarto extra. Puedes quedarte conmigo.
- ¿Por qué me ayudas? - pregunto el kryptoniano mirándola.
- Sé reconocer a una persona mala de una buena - respondió Amy. - Eres como un niño en este mundo. Déjame ayudarte. Quizás encontremos juntos lo que quieres ser. Pero tendrás que conseguir trabajo - respondió la chica.
Polo norte.
Argus asegura el área mientras inspeccionan la nave.
- ¿¡Quiero qué aseguren todo!? - grito una Amanda un poco más gorda que al última vez.
