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Pasando la cuchilla la sangre brota y cae de mi muñeca, el nudo solo crece en mi garganta quitándome el poco aire que pasa, mi estómago se cierra, sintiéndose pesado, poco a poco ya puedo sentir mi cabeza palpitando y el dolor de cabeza producto del permitirme llorar, deshagarme de una forma silenciosa y a la vez dolorosa, juntándose un rato más tarde el arrepentimiento en mi cuerpo por dejar marcas en mi piel otra vez.

Escrito un día cualquiera.

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Hace un par de días me han dicho que no soportarían la noticia si es que me llego a suicidar, me dolió, calo muy dentro de mí y simplemente no supe cómo reaccionar.

Confían en mi persona, creen que podré salir adelante y me quieren, entonces me pregunto ¿Por qué me siento tan mal?, ¿Por qué no puedo mejorar si sé que tengo personas que me apoyaran?, ¿Acaso solamente soy una persona egoísta que no sabe valorar lo que tiene?

Me estoy dando por vencido otra vez, quiero desaparecer, que olviden mi nombre, mi voz e incluso los años que han compartido conmigo, que hagan de cuenta que nunca existí para que simplemente el dolor que puedan llegar a sentir sea menor.

No puedo seguir siendo una decepción, intento cambiar, pero siempre algo falla y lloro, lloro por cómo es que estoy arruinando mi futuro y por ende mi vida con acciones y pensamientos tan patéticos e idiotas.

Tal vez exagero con todo esto, pero me es inevitable el estar así en estos momentos siendo consciente que solamente tengo un vacío enorme instalado en mi pecho junto con miles de preguntas y malos recuerdos atestando mi mente.

Seguimos con los escritos pesimistas que no tiene mucha importancia.

2019

HolaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora