Identity V: one shots y imagenes

Conociendo el amor Robbie & Sirvienta

Narración omnipresente...

Enamorarse para un es fácil, un tema que para todos se entiende . Entre los cazadores no tenía importancia, de hecho nunca volvieron a sentir ese amor hacia otra persona después de volverse asesinos en aquel juego, quien amaría a un ser tan diferente a las personas "normales". Ni siquiera sentían aquel sentimiento de amistad o compañerismo entre ellos.

Un día, en aquel lugar, habia llegado una bruja a la mansion, con su sonrisa macabra y su aura potente, junto a ella estaba una niña, una sirvienta. La mujer se llamaba Yidrha más conocida como la bruja de los sueños, de la niña no se sabía su nombre.

Los cazadores adultos pensaban que aquella niña era un estorbo, pero al ver como en las partidas cazaba les quedó en claro que no era inofensiva como se pensaba, era buena en todo lo que hacía. Incluso podía dejar a los supervivientes tirados en el suelo a causa de un terror shock, era una pequeña y fuerte cazadora. Yidrha le tenía cariño o es lo que ella decía a los otros, el único infante de la mansión comenzó a ser respetada incluso por supervivientes durante sus juegos.

Pero ella no quería eso, aunque aveces se veía normal en su ser había algo, no tenía entendido que era, faltaba algo. Todos los días paseaba por los alrededores, hacia diversas cosas para olvidar aquel sentimiento pero era inútil. Incluso, siempre estaba con Yidrha leyendo algún libro junto a ella pero no pudo centrar su concentración en el libro.

-Pequeña, ¿Que te sucede?- Hablaba la bruja que a pesar de tener que seguir sus órdenes, era demasiado cuidadosa con el trato hacia ella.

- No señorita Yidrha, estoy bien.- Sus escuchaba segura en sus palabras, pero aún había esa falta en ella.

- No te creo niña, te has visto muy diferente que las veces anteriores. ¿Hay algo que te moleste?- Aunque su vista era obstruida por una venda eso no evitó que la pequeña cazadora se sintiera observada.

- No Madame Yidrha, todo en este lugar a sido perfecto.-

- ¿Entonces por que esa actitud? Deberías estar alegre, eres respetada más que yo.-

- Es sólo que estoy confundida, Madame- Su mirada no había cambiado, seguía inexpresiva.

- Si es así, espero aclares tus pensamientos. No queremos que en tu próximo juego sea interrumpido por cualquier confusión.- Con su mano acaricio los cabellos de su pequeña cazadora.- Si aún sigue así en un futuro, sólo dime para yo poder ayudarte.- Entre sus dedos se enrredaba el pelo de la niña para después dejarlo.- Ahora vamos al recibidor, de seguro ya nos esperan.- Se dirigió a la puerta de aquella habitación.

-¿A que Madame?- Sin esperar seguía a la bruja.

- Nos iban a dar un aviso, es lo único que te puedo decir.- Seguía su camino al recibidor junto a la niña.

- ¿Cree que habrá alguna nueva regla? ¿O algun limite?.-

- No lo se mi niña, para eso vamos, a averiguar.-

Fue corto el camino en lo que habían acabado de charlar llegaron junto a todos los cazadores. 

-Señora Yidrha, que bien que llegó. Ahora ya podemos leer la carta.- Hablaba por todos el señor Leo.- Y bien, ¿Qué dice ahí, Hastur?.-

- Bueno menciona varias cosas en si, como nuevas mejoras, unos cazadores, noticias y más cosas... - Seguía leyendo en silencio la carta, se veía como todos sus ojos paseaban por los párrafos hasta que algo capto su atención.- Habrá un cazador más.- Cerró la carta sin más.

-¿Un nuevo cazador? ¿No tienen suficiente con nosotros?.- La mujer tapaba su boca con su abanico.

-Michiko tiene razón, sólo hará un estorbo más en esta casa- En vez de hablar, parecía que el payaso sólo lanzaba gruñidos.