Traición Leo x Freddy

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Tenia una vida normal, se podría decir que era tal como las típicas de ensueño apesar de que aveces salían problemas, pero todo se solucionaba.

Me había casado hace no mucho, una bella mujer que prometio no dejarme desde aquel dia que se comprometió a mi lado y yo se lo prometi también. Todo pasaba bien incluso comenzamos una pequeña familia, la noticia llego a mis oídos la emoción fue tan grande que buscaba el bienestar de las dos. No dejaría que a mi hija le faltara algo, trataria de ser el mejor padre y el mejor esposo.

O eso pensaba en aquel tiempo, estuve trabajando de gerente en una fabrica de textiles donde realmente no me importaba mucho el pago con tal de sacar a flote a mi familia, además podía aprovechar el tiempo de descanso ya que podía hacerle aquellos juguetes que tanto anhelaba mi niña.

Nunca tuve problemas tan difíciles de resolver, aun llevaba una vida tranquila pero la llegada de nuevo personal a la fabrica fue una gran y terrible noticia para todos especialmente por mi parte, carne fresca diría mi jefe, no lo dudaba necesitábamos mas personal y talvez ideas frescas podrían mejorar la ganancias que se generaban.

- Señor Woods, le presento a los nuevos trabajadores.- El jefe tenia detrás de él una fila de trabajadores, todos se veían normales hasta que note aquellos dientes tan distintivos mientras su mirada se encontraba un tanto nerviosa, incluso sus manos no se mantenían en un solo lugar. Bien dicen que no debes juzgar un libro por su portada, pero yo no debí confiar en aquella mirada miedosa e "inocente".

No dirigí ni una palabra en aquellos tiempos hasta que pude ver como algunos compañeros le molestaban por el simple hecho de lucir como enclenque y sus dientes. Solo creí hacer lo correcto, protegerlo tal como lo haría con mi hija si sufriera algo parecido.

-¡Hey ustedes! Deberían estar trabajando si es que seguir en esta fabrica.- Me acerqué viendo como aquel chico solo trataba de cubrir sus dientes mientras me observaba.- Anden, váyanse a trabajar antes de que se lo informe al jefe.-

-Por esta ves te dejaremos... Riley... - Note un pequeño empujón en el chico haciendo que los lentes se salieran de su lugar.

Los chicos se fueron sin decirle nada al chico, en esos momentos el mismo se volvió a colocar sus lentes.

-Gracias señor Woods.- Un simple susurro salio de sus labios mientras solamente desvío su mirada. -Realmente son molestos... Casi como un dolor en el culo.-

-No deberías hablar asi frente a tu gerente.-

-Oh... Perdón.- Una mirada avergonzada se mostró ante mis ojos.

-De seguro tu ya me conoces.- Solo recibí un asentimiento. - Y por lo que escuche tu eres Riley, Freddy Riley.

- Bueno eso es lo que dice mi placa.- El solo ríe leve mientras muestra la placa donde llevaba su nombre.

Aquel día no fue el único, se volvían a repetir las típicas charlas, nos conocíamos muy bien a pesar de tener muy poco tiempo. Tanta confianza hubo que por un tiempo empece a dudar sobre los sentimientos hacia mi mujer y a Riley, no eran iguales, me sentía muy diferente al lado de cada uno, no sabia que me pasaba sabia estaba mal parecer de nuevo un adolescente enamorado mientras estaba casado con mi señora además de ya tener a una criaturita con ella.

Mientras dudaba, en la casa sucedía algo con mi mujer, se estaba volviendo distante y por más que trataba de ser romántico con ella, buscando olvidar a Riley, siempre se encontraba de mal humor o me ignoraba. Averigüe que esta me engañaba con alguien, mas aun no sabia bien quien era el cretino de estar con mi mujer.

-Señor Woods, ¿Se encuentra bien?- Su mano me saco de mis pensamientos.

-Si, perdón. ¿En que estábamos?- Me encontraba no solo con Riley, había gente alrededor estábamos escuchando algunas noticias del jefe.

-Necesita ir a descansar gerente Woods, su cara no se ve del todo bien.-El jefe interrumpió las palabras que iba a decir el de dientes sobresalientes.

-Ah, si. Discúlpeme señor.- Solamente salí de aquella habitación mientras me hacia paso entre la gente. Tome dirección a la cafetería, tal vez beber un te o algo me calmaria.

Solamente llegue y puse a la maquina a hacer su labor, me senté en una de las sillas buscando despejar mi cabeza hasta que escuche la puerta abrirse. No preste atención hasta sentir un pequeño masaje en mis hombros que me sobresalto.

-Al parecer esta muy tenso, señor Woods.- No le aparte sus manos de ahí, realmente sentir el apriete de sus manos me traían algo de calma.- ¿Realmente no le sucede nada? ¿Alguna noticia, cosas del trabajo? ¿Su matrimonio?.-

-Eso no importa ahora Riley, son mis asuntos. Creo que contándole a alguien no seria buena idea, sin ofender.- Esta vez retire una de sus manos, al parecer el noto mi inconformidad.

-Oh perdone, yo solo quería hacer algo por usted. No me gusta verle asi.- Su única mano se encontraba jugando con mi pelo mientras hacia sonar su voz tal como la de un niño berrinchudo.- No puedo creer que alguien como usted sea un gran caballero...- Después de eso comenzó con algunas caricias algo más tentativas en espalda y pecho. Aquel dia ni siquiera pensé en mi mujer o mi hija, aquel chico me tuvo enganchado aquella tarde tratando de no hacer tanto escandalo y buscando un lugar mas privado.

Fue muy diferente a cuando estaba con mi mujer me sentía de nuevo como aquel adolescente con las hormonas alteradas cuando estaba junto a él, y él hasta en dias me provocaba. Nunca note sus ojos clavados en mi, pensaba que era por simple amor, tan cegado estaba por esa cara bonita para mi.

Tuve problemas en la empresa que hizo salirme, pero eso no evito los encuentros con mi amigo y amante en secreto. Él me recomendó crear mi propio negocio, le hice caso y me fui casi distanciando de mi familia y sin prestarle mucha atención a él solo para poder llevar a cabo aquella estupida idea. Cuando tenia pensado darle una sorpresa a mi esposa no sabia que seria arruinado. Encontré mi casa desordenada, parecía haber sido saqueado ya que no encontraba varias cosas, me preocupe por mi hija y rápidamente fui a verla, estaba tranquila durmiendo aunque tambien había un desastre ahí pero era leve. Después pensé en mi esposa, al llegar a mi habitación no había nadie y era el mismo caso que las otras habitaciones. Note una carta, la tome esperando fuera una broma o un aviso, pero e encontré lo peor. Sabia que mi esposa podría haberme engañado, pero nunca pensé en la persona, se destruyo todo, aquel maldito desgraciado se había robado a mi esposa, mis ganancias y especialmente mi cariño a él. Lo odiaba, sentía frustración.

-Te buscaré... Y te hare pagar todo, Freddy Riley...-

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⏰ Última actualización: Aug 09, 2019 ⏰

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