G L O O M Y [ D & E ]

001

DongHae.

— Por favor; deben dejar la propiedad ahora mismo. —
Una voz autoritaria mencionaba esas palabras, haciéndole compañía un llanto desgarrador proveniente de una mujer, quien entre balbuceos suplicaba un poco más de tiempo, ofrecía dinero e inclusive su cuerpo con tal de que les dejaran pasar la noche en su hogar, desesperada, asustada, sin saber cómo podría sobrevivir con su pequeño de apenas un año de nacido.
Una risa cínica se escuchó, observando a la mujer con asco y desprecio; la señora Lee era atractiva, lucía en perfección a pesar de tener que cuidar a un hijo por sí sola después de que su esposo les abandonara, huyendo de la mala vida en la que decidió establecerse y que bien, que ese hombre de traje delgado con mandíbula remarcada estuviese sacándoles de su hogar para pagar una deuda del ausente.

Ella se negaba, hacía frío y su pequeño no podría pasar mucho tiempo sin comida, sin un techo.

Pero oh, qué error cometió la señora Lee. El pequeño DongHae podría haber pasado su vida mientras ella estuviera a su lado, la paciencia del hombre se acabó y con una bala terminó con la vida de aquella mujer.

Un llanto a lo lejos se escuchó, un pequeño asustado sin conocimiento de lo que estaba pasando, "¡Mamá!, ¡mamá!" gritaba para que le refugiara entre sus cálidos brazos.
Pero ella no podría ir, no había forma de que ella se levantara a socorrerlo, ni sostenerlo entre sus brazos, ahora gélidos.