VIII Tiempos Frios

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Al llegar al lugar desde donde partieron hacia su excursión todos bajaron corriendo. Finalmente y con pocas ganas de caminar bajó Janx, con Eren y Jannah por detrás.

-¿Estás bien?-preguntó Jannah- no te veo muy animado. Vamos, fue divertido.

-¿Y por qué debería estar bien?-contestó Janx- no siempre lo estaré, y esta es una de esas ocasiones.

Eren se quedó en silencio mientras observaba y escuchaba a sus amigos mientras pensaba en lo que hablaban y qué contestaría el.

-Perdón, mi intención no es ser así-dijo Jannah mirando al suelo con una mirada sin expresión alguna- yo solo trataba de ayudarte. Tal vez mi personalidad no te guste. No sé si sea yo, lo que hago y el cómo lo hago. Yo solo quería ayudar. Perdón...

Jannah caminó lentamente alejándose del lugar, Janx solo retrocedió para poco después dar la vuelta e irse del lugar.
En medio de todo esto, Eren tuvo panico de que los buenos amigos que había formado se separaran.
-¡Hey! ¿En qué están pensando en irse de esa manera?- gritó Eren mientras Jannah y Janx se alejaban- no saben lo que hacen, ustedes no pueden separarse.

-Eren, no nos estamos separando-susurró Janx- solo descansaré un poco, ha sido un desastre todo esto y no creo que valga la pena pelear por esto.

De un momento a otro Jannah ya no se lograba ver. Eren apenas podía ver a Janx mientras que este se dirigía hacia su casa.
Eren quedó con los nervios de saber que era lo qué tenía Janx y por qué su conducta amarga hacia Jannah.
Finalmente Eren se fue, siendo uno de los últimos en irse a su casa.

Cuando Eren llegó, se dirigió a su habitación y se sentó en su cama y tiempo después de acostó en ella. Miró detenidamente el techo y observó que tenía pequeñas manchas e irregularidades. Él pensaba que así era la vida.
Ninguna vida es perfecta, aunque parezca que no hay ningún error si te fijas detenidamente en general logras observar esas pequeñas cosas que vas a poder mejorar pero nunca serás alguien perfecto.
Eren decidió cerrar los ojos y dormir durante un rato.

Mientras tanto, Jannah se encontraba caminando, cuando recordó buenos momentos con Janx y comenzó a llorar mientras corría desviándose del camino a su casa.
Ella había ido a la casa de Eren a visitarlo y a contarle todo lo que había pasado respecto a Janx.

Cuando llegó a la casa de Eren tocó la puerta. Después de un par de minutos y apenas conteniendo el llanto Eren abrió la puerta:

-¿Estás bien?-preguntó Eren con preocupación-no te ves bien ¿Quieres pasar?

-Si, precisamente vengo a hablar contigo. Para que no te preocupes-contentó Jannah queriendo llorar-entonces... ¿Puedo pasar? Por favor.

Eren le cedió paso a su casa, fue así como pasaron un rato juntos platicando sobre Janx.
Después de un rato contaron algunas confesiones para romper el hielo que se había forjado:

-Oye ¿Te digo algo y no le dices a nadie?- preguntó con duda Jannah- te voy a decir algo muy importante.

-Claro, por mi está bien- dijo sonriendo Eren- y para que sea parejo yo también te voy a contar algo.

-Está bien, mira... últimamente he estado viendo a un chico- dijo timida Jannah- y la verdad si me gusta. Se llama Hiro, y la verdad me gustaría que lo conocieran.  No es por ponerte tema pero a ti ¿quién te gusta?

-¿Eh?- Eren quedó pensativo- pues es difícil de explicar. No sé muy bien si me gusta, no sé lo que sé sienta que te guste alguien. No siento "mariposas" como algunos dicen. Es algo raro...

-Pero entonces ¿si te gusta alguien?-dijo emocionada Jannah- ¿Cómo se llama?

-No creo que la conozcas- dijo Eren nervioso y con una preocupación enorme- pero para que no tengas dudas se llama Ino.

-Que bonito nombre... ¿y cómo es?-recalcó Jannah- creo que me suena.

-Eh... perdona pero tengo cosas que hacer. Lamento ser tan grosero contigo pero no puedo tenerte más en la casa- respondió Eren con nervios- ¿Te parece si nos vemos después en otro lugar?

-Está bien-dijo Jannah mientras salía de la casa con mucha intriga- entonces nos veremos ya después. Gracias por invitarme a entrar a tu casa.

Jannah se fue caminando rápidamente hacia su casa, pues sabía que su mamá la estaría esperando. Ya iba era tarde como para estar afuera. Cuando llegó fue regañada y no sé le permitió salir de la casa a menos que fuera a la escuela.



Las Razones Para EnamorarseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora