Cuando salgo de mi casa siento que mis ojos sin permiso te buscan, mis pies sin querer siguen la ruta por la que caminas, una gran tristeza embarga mi cuerpo cuando no te encuentro a razón de una forzada casualidad, quisiera abrazarte y decirte a gritos que te sigo queriendo, pero una soporífera dignidad dentro de mi, no me lo permite. Escucho unas tras otras sinfonías de autor e instrumento desconocido, mientras ellas suenan tus recuerdos llegan a mí. Y me hago las mismas preguntas en melancólicas reflexiones, ¿quién nos separa? ¿Por qué cuando te veo comienzo a temblar? Sería tan fácil encontrarte y quizá darte un beso, pero en mi mente hay un palpitar, un palpitar con la misma intensidad que hay en mi corazón, que con cada contracción repite: hay que darle tiempo al tiempo, pero a veces no entiendo, porque ese tiempo ya ha pasado y si algo te puedo asegurar es que te amo y no he podido olvidarte.
-Niina
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•|Confesiones|•
Non-FictionQuien no encaja en el mundo, está siempre cerca de encontrarse a sí mismo.
