Estuve mas de media hora con un papel un maldito papel arrugado y transpirado en la mano que decía donde seria mi salón y mi clase.
Ese maldito instituto era enorme y no encontraba el maldito salón y el timbre había tocado hace mas de veinte minutos.
Genial. Primer día y tarde.
En busca del salón, me choque con una chica, su pelo era muy esponjoso y llamativo, su piel morena y ojos marrones me miraron raramente. Y la muchacha pregunto.
- dime que sabes donde es biblioteca por favor. Dijo con voz desesperada, como si yo fuera su única ayuda.
Sinceramente no conocía nada y quede mirando el horizonte callada sin decir nada, esta me miro y paso sus manos por enfrente mio
- ey, estas ahí?.
-oh, si, es que... yo también estoy perdida. Conteste apenas reaccione.
-Oh vamos eres nueva?
- si y no puedo encontrar el estúpido salón de filosofía.
- espera, yo vengo de allí. Dijo sonriente la morena, mostrando el hilo de dientes perfectos, y me condujo al salón.
Con la cabeza baja entre, sin decir nada, nerviosa de lo que la profesora diría. Es que teóricamente mi culpa no fue.
Señorita Joulie Steven, escuche prenunciar, y reaccione.
- si esa soy yo, y hice una pequeña y falsa sonrisa, tratando de trasmitir seguridad.
- tome asiento, y la próxima trate de llegar temprano, y esto siguió de algunas risitas y chillidos a lo lejos.
Al levantar la mirada, solo había dos asientos libres, uno que tenia una goma de mascar pegada y otra, junto al chico de la motocicleta.
Mierda...
pequeña jo que harás ahora?
Me sentía mas pequeña de lo que soy y tome coraje.
Me iba a sentar junto a la chica que tenia la silla con chicle, pero cambiando la banca.
Pasos largos y eternos hasta estar enfrente de el timidante chico de ojos grises.
Solo me miro como si me tuviera asco, y no me importo, solo proseguí.
-necesito esta banca, puedo tomarla? Dije cortante sin mas.
- como quieras, pero no muerdo para la próxima. Contesto este como si fuera una presa que quería casar, con cara de extravagante y egocéntrico.
- ni que quisiera sentarme contigo. Respondí un poco cabreada, que se creía el imbécil.
El salón se torno silencioso, esperando una respuesta de parte de el.
-como digas muñeca. Tajeo.
Muñeca? Enserio? Me dijo muñeca? Es un estúpido.
-tan lindo y tan estirado. Contraataque y tome la banca rápido antes de arrepentirme. Era mi primer día y ya estaba en líos.
Al darme la vuelta, sentí unas manos sujetando mi muñeca, y dándome vuelta, este se acerco rápidamente, a mi oreja y decir.
-no te equivoques pequeña Joulie. Y me soltó bruscamente para volver a su lugar.
Ni el sabia que declaro una maldita guerra, ni tampoco yo se donde carajos me metía.
otro mas <3 espero que les guste, perdon si son muy cortos...