You're All I Need - SATOSUGU

1.- Fractura

Advertencia:
Violencia física, Violación, lenguaje inapropiado

Satorou Gojo Alfa: Olor a Vino tinto
Suguru Geto Omega: Olor a Avellanas

(...)

"Recibieron los dones de sus padres, pero a pesar de todos esos dones y bendiciones, perdieron ante un mono como yo que nisiquiera puede usar brujeria" Dijo y le dio una patada en el rostro. Se inclinó y miro al tipo mientras un olor llegaba a sus fosas nasales.

"¿Un omega?"

Toji miro el cuerpo del hechicero de cabello negro sobre los escombros. Acababa de derrotarlo, había matado a Satorou Gojo y a Riko Amanay, sin embargo, no podía hacer lo mismo con este tipo, debido a su técnica maldita, si lo hacía, podía liberar todas las maldiciones que había albergado y traerle problemas. Prefería no arriesgarse.

Observo su cuerpo de arriba hacia abajo, hasta ese momento que se acercó lo suficiente fue que pudo oler a la perfección las feromonas del tipo. Avellanas.

Bufo. El omega había suprimido sus feromonas todo éste tiempo, quizá tenía miedo a que el tratara de usar su voz de alfa en contra suyo. "No soy como esos tipos" dijo, pues quizá el no tenía ni una pizca de energía maldita, pero eso jamás lo detuvo, entreno y se esforzó más que el resto, era ágil, rapido, fuerte, con los sentidos completamente agudizados, además que tenia una inteligencia más arriba que el promedio.

Todo eso era parte de sus fortalezas, en ese aspecto, el como estratega había sabido jugar mejor sus cartas. Esa era la diferencia entre alguien que nació con talento nato, como Gojo Satorou, a alguien que tuvo que pulir y explotar algo que no tenía, como el. Por eso mismo, jamás había usado su rango de alfa contra sus oponentes, lo veía innecesario. De ese modo nadie podría rebajarlo al decir que se había aprovechado de su segundo género para ganar una batalla.

Su entre pierna picó un poco.

Alzó las cejas mirando nuevamente el rostro del omega. Tenia una nariz respingada, una mandibula fina, cejas pobladas y unos labios esponjosos y rosados, además de que tenía un cuerpo trabajado, sus músculos eran fuertes, pero aún conservaba una cintura pequeña. No estaba nada mal.

"Quizá la perversión de los Zenin después de todo si corre sobre mis venas" dijo y tomo el borde del pantalón de Suguru.

(...)

Un dolor horrible en su parte íntima lo despertó, sus ojos se llenaron de lágrimas y el miedo invadió su cuerpo. Miro hacia todos lados buscando al sujeto de la atadura celestial, pero estaba completamente solo.

Con dificultad se sentó sobre el suelo, cada movimiento le dolía horriblemente y las lágrimas se acumulaban aún más en sus ojos. Registro su cuerpo en busca de heridas, su pecho tenía varios cortes de espada, un labio partido, algunos hematomas y el cabello suelto. Sin embargo, el peor dolor provenía de su entre pierna, más específicamente de su entrada. Su corazón latió desenfrenado contra su pecho, había comenzado a sudar e hiperventilar; con las manos temblorosas tomo el borde de su pantalón y lo bajo lentamente.

Todas sus lagrimas bajaron por sus mejillas.

Tenía restros de semen y sangre escurríndo por sus piernas. Grito y lloro hasta que su garganta ardió y sus ojos se quedaron secos.

Había perdido.

Perdió, no habia podido completar la misión, perdió a Misato, a Riko, a Satorou. Ademas de que tambien había perdido su virginidad ante un asqueroso mono que nisiquiera podía usar energía maldita. Era vergonzoso, humillante.