Golden Girl

2.5K 363 231
                                    


La muchacha pelimorada se miraba en su reflejo, con un suspiro, cambió su rostro cansado a una expresión encantadora.

Se suponía que le presentarían a Park Chaewon, la omega del momento, ya que, contra todo pronóstico, luego de décadas sin que algo así ocurriera, la chica era una cambiaformas, cosa que llamó la atención de todo el mundo.

La familia de la omega buscaba a la mejor alfa para su hija, del linaje más puro posible, con la esperanza que, al tener hijos, estos nazcan con los mejores genes, incluido el propio don de transformarse en una adorable lobito a voluntad, tal como esa tal Park Chaewon podía hacer.

Y ella era una de las candidatas principales, familia de magnates, heredera de una fortuna, hija única y perfecta, apodado la Golden Girl por todas sus cualidades.

Pero a Choi Yerim le importaba tres pepinos qué tan fabulosa pintaran a ese omega.

Porque esa desconocida no era quien ella quería para su compromiso.

Aún, con esfuerzo, se arregló con ropa elegante, se acomodó el cabello hasta quedar perfecto, y se colocó una sonrisa rompecorazones en el rostro.

Luego de una última mirada en el espejo, se volteó para salir de su amplio dormitorio.

Su sonrisa no duró mucho al ver a la chica castaña, parada en el umbral de la puerta, la beta lo miraba con súplica.

Había discutido con Im YeoJin en cuanto se enteró que le presentarían a una omega, exigiendo que se revelara contra sus padres, ya que ella no quería ese arreglo.

Ya lo habían discutido muchas veces. Ya que ambas debían tener que mantener su relación en secreto.

La familia Choi no dejaría que su linaje se perdiera si la última descendiente elegía a una beta; su familia no funcionaba así, ellos eran alfas y omegas, no había lugar para algo como YeoJin.

Para el mundo, ellas eran amigas; pero a solas ellas eran su propio mundo.

Y por esa razón el corazón de Yerim se destrozaba cada vez un poco más.

No habían hablado desde hacía unos días, cuando la señora Choi había aparecido en la casa de su hija para darle la noticia de su compromiso.

Pero cada vez que se cruzaban, YeoJin tenía esa misma expresión de "Por favor, no lo hagas" en el rostro.

Yerim suspiró, se acercó a YeoJin con paso tranquilo, hasta quedar a unos centímetros del rostro de la castaña.

—Por favor, no sigamos así— pidió la pelimorada, mirando a los ojos de la castaña, aunque ella tenía la vista en el suelo.

YeoJin no contestó, y Yerim se desesperó un poco, tomando el rostro de la beta.

—Bebe, mírame— exigió, pero no tuvo respuesta. Apretando los dientes con fuerza, sintió sus caninos siendo apretados y su voz salió de lo más profundo de su pecho—. YeoJin, mírame.

La castaña reaccionó automáticamente con la voz de alfa de Yerim, la pelimorada sintió cómo un balde de agua fría caía sobre ella al ver los ojos de la beta a punto de estallar en lágrimas.

Apoyando su frente en la de YeoJin, suspiró para calmarse.

La castaña sintió un cosquilleo cuando el aliento de Yerim chocó con sus labios.

—Lo siento, lo siento— se disculpó la mayor—, no te gusta que use mí voz de alfa, lo sé... Es que... Estoy demasiado estresada, Yeo.

La menor asintió.

Delta (HyeWon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora