Silencio al aire libre

Capitulo1: El ascenso

Justo a punto de tomar un tren me encontraba.

-Vaya, piensas ir al pueblo de Roothed, que haria el hijo de un noble en un lugar donde abundan los asesinatos y bandidos-. En eso me sorprendio un campesino antes de poder subir.

-Lo mismo que cualquier persona normal hace; buscar empleo-. Le conteste con una sonrisa

-Un chico rico como tu tiene que trabajar?- Dijo el hombre sorprendido.

- No estas para saberlo, ni yo para contarlo, pero necesito hacer algo en ese lugar-. Sonreí

El hombre me miro con duda, para finalmente decirme:

-Puede que no lo supieras pero... este tren no llega hasta Roothed, la unica manera de llegar es atravéz de la tierra seca de los albinos-.

- !¿Enserio!?, vaya, no lo sabía, estaba a punto de tomar un camino equivocado entonces, gracias-.

En ese momento me preocupe, realmente nunca habia ido hacía allá, y no sabia como llegar.

-Puedo llevarte hasta ese lugar, si quieres-. Dijo el campesino

-Ah?, !¿Enserio!?, seria genial-. Conteste emocionado

Después de ello tome mi maletin en busca de unas cuantas monedas de plata para darselas.

-No es necesario-.

El hombre me miro con una cara amable mientras rechazaba mi dinero.

-Dejame recompensarte con algo más entonces- Volví a insistir

-Que no es necesario-. Replico

Sin más que hacer deje de insistir por el momento y le pregunte:

- En que nos iremos?-.

-En carreta, porsupuesto-. Contestó

Yo solo asentí y lo seguí hasta llegar a ella.

- Bien, llegamos a la carreta, sientete tranquilo de viajar en la parte de atras , ah y te recomiendo que te quites esa gabardina , que la tierra de ahí no se seco por nada-.

-Mmn-. Asentí

Los caballos empezaron a caminar y obviamente la carreta tambien, el tiempo era tranquilo mientras que el sol ardia con la fuerza de mil llamas, era realmente dificil soportar el calor.                 Así pasaron dos horas hasta que finalmente llegamos al pueblo.

- Es aquí-. Me dijo el campesino

Tome mi maletin y me volvi a poner la gabardina, no pasaron ni 40 segundos cuando le conteste:

-gracias-. Dije en voz alta

Lo más raro fue que nadie contestó.

-Señor?-.

Al no recibir respuesta decidi decirselo cara a cara. Vaya que nunca espero que eso pasara.

Cuando llegue a la parte delantera lo encontre, pero para mi mala fortuna, a punto de morir, el hombre habia recibido varios disparos en puntos vitales y ya no le quedaba mucho tiempo.

-M-m-mi-mi hija-.

EL hombre me dio una foto para después descansar en paz, me sentí realmente mal, talvez si no me hubiera traido, esto no hubiese pasado después de todo.