8 de diciembre, 2018:

5 0 0
                                    

Sentados en ese barcito sin importancia, ambos un poco demasiado alcoholizados, pero felices, nos miramos a los ojos.

-Hey... No sé porque aun no te he dicho esto. ¿Quieres ser mi novia?

Mi corazón dio un vuelco. No era el lugar perfecto ni la fecha perfecta, pero de alguna manera fue perfecto para mí, porque era él.

-Por supuesto que quiero. –Me estire por encima de la mesa y nos dimos un beso. Y corrimos de vuelta al salón de eventos donde se celebraba la graduación de nuestros amigos, como si acabáramos de comprometernos y quisiera mostrar mi anillo.

Nunca había sentido tanta felicidad en mi vida.

114 días antes de la ruptura.

The Break-UpWhere stories live. Discover now