Ultrajada.

36 3 0
                                    

Sobra decirlo pues lo comente antes, Norma era una chica muy felíz. Gustaba de correr por el campo entre los maizales que sembraba su padre, le gustaba sentir el viento en su rostro cuando subia a la punta del cerro para recoger flores y unas cuantas manzanas de el unico arbol que llacia ahi, de noche miraba la luna deciando una mejor vida para sus padres, soñando y jurandose a si misma que un dia destrozaria esa vieja casa, y que en su lugar mandaria construir una enorme recidencia para sus amados padres.
Todo esto se fue al caño aquella noche...
¡Oh que desdicha tan hija de puta!
Cómo la mayoria de las tardestardes, despues de sus lavores en casa, su madre le mando salir a comprar algo de masa para hechar memelas para la cena, como siempre ella tomo su servilleta y aprisa salio de su hogar a una tortilleria -la unica que abría hasta esa hora en el pueblo- algo lejos de su casa, estaba anocheciendo y el viento helado avisaba que el invierno estaba a la puerta.
Pidió y compró lo que debia para no tardar, camino unos metros pero fue detenida por dos sombras, de una de ellas se dejo salir una voz gruesa y ronca, -me imagino que de tanto fumar- que decia:
-¡Normita! ¿Que haces fuera de casa a esta hora? Te puede pasar algo-. Dijo y rio burlonamente, era tan asquerosa esa risa que daban ganas de vomitar de solo oirla.
La segunda sombra solo se tambaleaba por el alcohol que habian bebido minutos antes.
Norma solo contesto con una sonrisa nerviosa pero sin perder su encanto y salio caminando a prisa de ahi, lastima que no se conformaron con eso, a lo contrario se indignaron y corrieron para alcanzarla. Lastimosamente lograron detenerla y  llevarla por la fuerza a un callejon.
La golperon cuando trato de soltarse y calló en el suelo, sabía bien lo que querian y trato de persuadirlos "No, yo no les hice nada", "por favor no me lastimen, dejenme ir" y otras súplicas no  cirvieron de nada.
El gordo desgraciado le arranco el vestido y la violo a su antojo, entre lagrimas y sollozos gritos de dolor, esto parecio gustarle al delgado raquitico que  en cuanto su amigo termino se lanzo sobre ella y, con fuertes golpes hizo lo que le dio en gana con su cuerpo.
Despues de unas horas avandonaron su cuerpo en ese lugar y se fueron riendo como si uviesen disfrutado de un buen pasatiempo entre amigos.
Norma... Triste y ultrajada apenas tuvo fuerzas para levantarse y arrastrarse por las paredes hasta su casa, donde sus padres y su hermana se encontraban muy preocupados...

NORMA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora