Capítulo 08

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El restaurante que Liam escogió era caro y exclusivo, la comida era deliciosa. Los dos hombres mayores pasaron un buen rato con la lista de vinos, decidiendo cuál sería el ideal para cada plato.

Aunque no llevara el collar, Harry se hubiera comportado de la mejor manera, se sentía intimidado por la elegancia a su alrededor. A pesar de que el restaurante era lujoso, tenía un ambiente relajado, al punto de que no se montaría un escándalo si alguien se carcajeaba, además el personal era amistoso y eficiente. Era un alivio tener a alguien que lo atendiera para variar. No lo sabía, pero el restaurante era parte del club al que Liam pertenecía, lo que explicaba la calidad del servicio.

La atmósfera era calmada y elegante. Incluso Derek y Liam parecieron relajarse, hablaron civilizadamente y no hubo silencios incómodos.

Sin embargo, Liam notó que el brillo peligroso de los ojos de Louis había incrementado en vez de disminuir. Se preguntó si los dos hombres habían tenido alguna discusión, pero no parecía ser así, pues Harry estaba muy atento y esperaba por la aprobación del fotógrafo.

Luego Liam se percató de que a pesar de los pantalones holgados y la horrenda camisa, la belleza de Harry atraía la atención de los demás clientes. Tanto hombres como mujeres lo observaban, reconociéndolo como un sumiso inexperto y a Louis no le agradaba. Liam se preguntaba qué haría el otro hombre, porque no era del tipo que dejaba pasar por alto ese tipo de amenazas.

De hecho, estaba enfurecido. Al parecer, todo lo frustraba ese día, el que Liam le ofreciera el collar a Harry, el malentendido con la Ama Bettie y ahora el hombre mayor en otra mesa que no dejaba de mirarlo a los ojos, lanzándole un reto de forma insolente. El dominante mayor emanaba una ligera aura de poder y obviamente deseaba a Harry. Un joven de la edad de Harry, que apenas estaba iniciándose en este estilo de vida, no notaría los peligros a su alrededor y Louis quería evitárselos. Pero más que nada, Louis quería mostrarle al hombre mayor y a todos los demás que no podrían quitarle a su chico.

Harry fue solo al servicio, declinó el ofrecimiento que Derek le hizo para acompañarlo, nunca le agradó que otras personas lo vieran orinar.

Se sorprendió por la majestuosidad del baño, estaba decorado con mármol oscuro. Había pequeñas luces de halógeno suspendidas sobre cada lavabo, haciendo que el cristal brillara y además había toallas de verdad. Harry se estaba lavando las manos cuando Louis entró, intercambiaron miradas en el espejo, pero su sonrisa se desvaneció cuando vio que Louis cerraba la puerta con llave.

Los ojos de Louis brillaban feroces y Harry lo miró con cautela. Se paró detrás de él y deslizó sus manos debajo de la camisa del chico, acariciando su suave piel.

—No me gusta la forma en la que te miran, Pet. Te voy a marcar. ―Gruñó.

—¿Eh? —fue la inteligente respuesta de Harry. Se sentía completamente desconcertado ante la actitud posesiva del otro hombre―. Nadie me estaba mirando.

—Cállate. Bájate los pantalones, porque te voy marcar como mío.

Harry gritó y se aferró a su cinturón, luchando con Louis por obtenerlo.

—¿Aquí? Todos oirán. ¡Lo sabrán!

—Quiero que lo sepan —dijo Louis, ganando la batalla por el cinturón, como ambos sabían que pasaría.

—¡Londres! —Harry jadeó—. ¡Londres!

Louis se detuvo, su mirada se despejó cuando notó lo aterrorizado que Harry se sentía.

Después de un largo minuto, lo abrazó.

—Lo lamento, cariño. No quise asustarte. Pensé que te gustaría. ―Frotó la espalda del joven con su mano y sintió su corazón latir fuertemente—. Estás temblando, todo estará bien, no haré nada.

Disciplina ||LSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora