v e i n t i c i n c o

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Pestañeo un par de veces atónita.

No puede ser real. ¿Qué hace Blake aquí?

No sé en que momento he empezado a llorar, pero gruesas lágrimas inundan mis mejillas.

No puedo creer que finalmente le haya conocido. No puedo creer que esté al final junto a él. Y me muero de ganas de abrazarlo, pero sigo aquí, atrapada en esta camilla de hospital que grita por todos los lados lo enferma que estoy.

Quería que esto pasara, pero no así. Quería conocerle, quería romper al final la distancia. Pero no quería que me viera así, destruida, consumida como una colilla.

—Aby.—dice en un susurro, como si temiera que en cualquier momento fuera a desaparecer.

—Blake.—digo sollozando.

Entonces se acerca a mi y me abraza. A pesar de los cables, a pesar de mi aspecto, me abraza. Y se que no me va a dejar ir.

Por primera vez en mucho tiempo, me siento bien. Aunque esté destrozada, estoy bien.

Y se que podría estar así para siempre. Que no puedo dejarle ir. Se que Blake merece la pena.

Y se que tal vez ya no lo sienta como mi amigo.

No se cuanto tiempo permanecemos así, pero una enfermera viene a vigilar que todo esté bien y añadir mas nutrientes a mi suero. Es ahí cuando nos separamos, se sienta en una silla a mi lado, y clava de nuevo su preciosa mirada azul sobre mi cuerpo.

Se que ha llegado la hora, tengo que contarle la verdad.

—¿Qué ha pasado?—trago grueso antes de empezar a hablar y seco mis lágrimas de nuevo.

—Fui a una fiesta y no supe controlarme. En algún punto cerré los ojos y me caí al suelo, me desmayé y Lena preocupada me llevo a urgencias. —No levanto la mirada de las sábanas blancas que me envuelven.— Cuando llegue aquí me hicieron un análisis. Vieron que no tenía nada roto y cuando pensé que podríamos irnos llegaron los resultados de la analítica.

Las lágrimas llueven por mis mejillas. Tengo miedo, no quiero que sepa la verdad. No quiero que me vea como la enferma que soy.

—Tómate tu tiempo.—dice mirándome con preocupación.

—La analítica les reveló que no estoy comiendo bien.—digo con la respiración agitada.— Que apenas como mejor dicho. Les explico que he recaído de nuevo.

Algo en su cabeza parece encajar. Sin embargo, no añade nada.

—La noche en la que magcon vino aquí, me desmayé por lo mismo. —explico.—Un chico me ayudó, y aquí revelaron esto. No es tan fuerte como la otra vez. Pero tengo que ir a sesiones todas las tardes.

—Vas a ponerte bien. —dice sosteniendo mi mano.—y yo voy a estar para ti.

Se me encoge el pecho con sus palabras.

—No Blake, tu no mereces esto. Tengo que lidiar con esto sola...no...—de nuevo el llanto me impídela hablar.

—Aby, voy a estar para ti. No solo ahora, siempre. Y no voy a dejar que nada te pase ¿vale? Te vamos a ayudar. No solo yo. Los médicos, Lena, tu madre, Hunter, yo, tus amigos. No estás sola.

—Gracias Blake. Pero no tienes porque hacer esto. No es necesario.—antes de que pueda seguir hablando me interrumpe.

—Claro que es necesario, y si tengo que hacer esto. Porque me importas Aby, porque te quiero.


Secretos revelados. Pero aún queda mucho por ocurrir. Espero que os guste y si es así votad y comentad.

Nos leemos pronto ❤️

Internet friend | Blake GrayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora