Historias cortas

Cuando una mujer siente que su hombre no la quiere

Las dificultades que se tienen en el amor no son parte del pasado, son parte del presente y serán parte del futuro.

Mi historia es la siguiente. Tengo varios años saliendo con un chico, el cuál no define cuál es nuestro estatus, si somos novios, amigos, amantes o ninguna de las anteriores. Por intentar ser "diferente" lo dejé pasar por algún tiempo.

Conforme pasó el tiempo, creí que él también cambiaría, que sería más cariñoso, pero no. Yo me esforzaba día tras día para que me notase, para que se diera cuenta que existía y que lo quería, sin embargo, a él, nunca le importó.

Siempre demostré interés, admiración y todo lo bueno que pude dar, hice y deshice para verle sonreír, pero seguía sin importar. Siempre existieron otras mujeres a su alrededor y yo, yo nunca fui quien saltaba a la luz o eso era lo que me demostraba, lo que a mi me hizo sentir desde el inicio.

Siempre me pregunté el por qué no podíamos convivir con su entorno, por qué nunca me permitió entrar en su mundo. No sé el por qué siempre me hizo sentir tan poca cosa al punto de pensar que le daba pena estar a mi lado.

Lo que él no sabía era que sus actitudes hacían que yo intentase ser la mejor para él, la mejor para otros pero demostrarle que yo era suya, me esforzaba para que se sintiese orgulloso de mi, de ser mi pareja y esperaba que en algún momento, me permitiese salir de las sombras, pero no... eso no sucedió nunca.

Al hablarle y preguntarle... era como hablar con una pared ya que jamás iba a obtener una respuesta; nunca iba a ser yo la buena, al contrario, siempre era quien resongaba y la que estaba inconforme con quien era, pero no, al contrario, solo quería sentirme incluida en su vida, quería sentir que ser mejor persona valía la pena por ambos, esa respuesta: nunca llegó.

Creo que la actitud de las personas nos daña, nos mata y sí, a pesar de leer, estudiar e intentar comprender las famosas relaciones tóxicas, me doy cuenta que al estar en presencia de ellas, no las notamos y nos consumen.

Ahora comprendo que para mi se vienen cosas difíciles.
La primera, intentar dejar de amarlo después de casi 4 años, la segunda, convencerme que di más del 100% y tercera, empezar a amarme, a reconstruirme, porque sí, hoy, como mujer, como persona y amiga: me encuentro destruida y derrotada.