Prólogo

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Siempre he considerado la música como una forma de escape de la realidad, una manera de alejarte de este mundo, y si, además de eso le sumas las tranquilizantes vistas de las olas del mar azotando la orilla, casi es como el efecto de una droga. Al menos así lo considero yo en este momento.
Casi parece imposible estar tan relajada luego de toda la agitación que ha sufrido mi vida este año. Aunque claro, habiendo sido mi último
curso de preparatoria, casi se entiende. Ya si además de todo el estudio para selectividad, le añades la ruptura de una relación de tres años, creo que tengo merecido un descanso.
Así que aquí estoy, acostada boca abajo en la arena de una playa casi desierta, con Imagine Dragons a todo volumen en mis auriculares y con mi mente vagando por un montón de pensamientos de una vida que dejaré atrás para pasar a una nueva como universitaria.
Ah, por cierto mi nombre es Luna Méndez y esta es mi vida.

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