Siempre a mi lado (Todobaku) -Omegaverse- ~En Edición~

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Bakugou Katsuki, un Omega de cabello rubio cenizo, ojos rubíes y humor de los mil demonios es uno de los Omegas más codiciados de toda la academia de héroes U.A., obviamente a todos los listillos que se querían pasar de la raya con él los mandaba a la mierda, en estos momentos no necesitaba que un puto Alfa le estuviera diciendo que hacer, no, el sólo quería volverse un héroe profesional, sin tiempo para meterse en la mierda de tener cachorros, o incluso tener un Alfa que lo tuviera marcado.

O bueno... al menos eso era lo que pensaba.

—Tsk, mierda mañana empieza mi celo— Dijo con el ceño fruncido mientras miraba el calendario de su celular una mañana de Sábado acostado cómodamente en la cama de su habitación.

Si bien odiaba el hecho de ser un Omega, tener celo le resultaba aún peor, además de tener que estar tomando supresores como si no tuviera la fuerza suficiente para soportar el celo por su cuenta, pero tenía que hacerlo.

Podía ser un malhumorado, malhablado o lo que fuera, pero irresponsable con su salud, nunca, según él.

Aún así, seguía sin creer el hecho de que fuera un Omega.

—Ya ni siquiera el nerd de Deku es un maldito Omega— Pensó maldiciéndole la existencia al pobre de Midoriya.

Cuando de repente le llegó un mensaje.

        Número desconocido

Oye Bakubro! ✓✓

9:32 A.M.

Contéstame, no es nada varonil no contestar los mensajes! ✓✓

9:33 A.M.                                        

                                                                                                       Que quieres Kiridiota?

                                                       9:34 A.M.

Necesito que mañana vayas al restaurante que está a dos calles de la academia. ✓✓

9:35 A.M

Iremos todos los de la clase sólo para pasar el rato. ✓✓

9:35 A.M

                                                                                                                                      No iré.

                                                   9:36 A.M.

Escribió para después registrar al imbécil de Kirishima en su lista de contactos, -además de pensar el porqué no tenía el número de su idiota mejor amigo- y esperar un mensaje de reclamo por parte de este por haber dicho que no.

Pero, había dos ventajas y esas eran que Kirishima era su mejor amigo, además de un Beta así que no podría obligarle a ir, y la última ventaja era que era muy comprensivo al saber cuando Bakugou tenía su celo, ya que él sabía que podía ser algo incómodo.

Así que podría contarle lo de su celo.

Pero no contaba con que esta vez sería diferente, vió que Kirishima había dejado en visto el mensaje, luego de ver que no escribía más, cerró los ojos para ver si podría dormir otro rato, al fin y al cabo, era Sábado y aún era temprano.

No pasaron ni 30 segundos hasta que escuchó como tocaban su puerta, se levantó de la cama dispuesto a abrir la puerta insinuando quién sería. 

Al abrir la puerta, confirmó su insinuación, era Kirishima, y al verlo, le hizo una señal con su cabeza para que entrara con su normal ceño fruncido.

Kirishima entró a la habitación de su amigo para que después el contrario cerrara la puerta y los dos se sentaran en la cama del propietario.

—¿Porqué no quieres ir Bakubro?— Preguntó Kirishima con su sonrisa de tiburón.

Bakugo tomó tiempo para responder, y cuando lo hizo respondió:

—Mañana empieza mi celo, por eso no quiero ir— Dijo con un tono de frustración, mientras afilaba aún más su ceño fruncido.

—Oh, ahora entiendo— dijo Kirishima para después proseguir.

—No puedes dejar que un simple celo te detenga Bakubro, no creo que haya problemas, además, tú siempre has sido muy varonil para ese tipo de cosas— Dijo tratando de dar ánimos a su amigo.

—Además sólo será por un rato, puedes irte después si quieres— Terminó de decir.

—Lo que sea, ahora vete— Dijo para después acostarse para continuar tratar de dormir mientras Kirishima se iba.

—¡Te espero mañana Bakubro!— Dijo Kirishima para irse feliz al saber que había conseguido su objetivo.

Cuando Kirishima salió de la habitación se quedó meditando acerca de lo que había dicho su amigo, dándole la razón, aunque nunca lo aceptara.

—¡¿Como mierda se supone que me voy a dejar vencer por el celo?!,¡No me estoy rindiendo!.... ¿O si? Agh, mierda no tengo opción, tendré que ir— Pensó para al fin poder quedarse dormido.